Los obispos de la Conferencia del Episcopado Dominicano deploraron el magnicidio ocurrido en Haití el pasado miércoles 7 de julio, donde resultó muerto el presidente de esa nación, Jovenel Moise.
“Deploramos, repudiamos y condenamos dicho acto, deleznable y bochornoso, pues la violencia nunca conduce ni a la concordia ni a la paz. Es necesario retomar los caminos del diálogo y la institucionalidad para favorecer un clima de armonía”, dice un comunicado enviado a la prensa.
Expresaron además su “profunda condolencia” al pueblo haitiano y los familiares del primer mandatario acribillado la madrugada del pasado miércoles, donde también resultó herida la primera dama, Martine Moïse.
“Desde nuestra Comisión Nacional de Pastoral de Migrantes (Pastoral Haitiana) y las Diócesis Fronterizas (Barahona, San Juan y Mao-Montecristi) nos mantenemos atentos para continuar brindando el servicio pastoral que requieran nuestros hermanos haitianos”, afirmaron.
En ese sentido, dijeron unirse en oración, pidiendo por Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona de Haití a favor de los haitianos.
El presidente de Haití, Jovenel Moise, fue asesinado por un grupo de individuos, los cuales, según la Policía haitiana, han sido capturados y otros de ellos cayeron abatidos tras enfrentamientos con las autoridades.
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