Los obispos de la Iglesia Católica celebraron ayer una eucaristía en honor al fallecido papa emérito Benedicto XVI y por sus aportes en beneficio de la feligresía en el mundo.

La misa fue realizada en la Catedral Primada de América y presidida por monseñor Freddy Antonio de Jesús Bretón, presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) y arzobispo Metropolitano de Santiago.

El papa que renunció

El obispo Bretón destacó que el fenecido papa fue el único que “tuvo el valor de renunciar” cuando consideró eso era lo correcto.

Manifestó que hubo momentos en los que el pontífice tuvo que soportar fuertes ataques de la prensa en todo el mundo, como si fuera un ‘ogro’ y, a pesar de que era un hombre de trato suave y cercano.

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Dijo que la historia del vida de Benedicto XVI fue la de un hombre que vivió para la iglesia, la cual dejó marcada con su teología.

“Solo Dios sabrá valorar el ejercicio de su ministerio como papa, desde la oración apartada y silenciosa. Afrontó situaciones muy difíciles para la Iglesia contemporánea”, expresó Bretón, quien dijo tuvo tres encuentros con ese pontífice, el primero de ellos cuando todavía era el obispo alemán.

El líder católico aseguró que anunciar el evangelio fue el empeño de toda la visión teológica del pontífice, en casi 70 años como sacerdote, obispo y papa.

Ruega por su descanso

El obispo monseñor Freddy Bretón además, ‘rogó por el descanso eterno de Benedicto XVI’ y pidió fuerzas para que el papa Francisco “pueda llevar la carga de la Iglesia, a pesar de la edad y los achaques de salud que le acompaña”.

Joseph Aloisius Ratzinger, mejor conocido Benedicto XVI, nació el 16 de abril de 1927 y falleció el pasado 31 de diciembre en el Vaticano, con 95 años.

Sus restos son expuestos en la Basílica de San Pedro, donde el papa Francisco presidirá este jueves el rito de las exequias.