Luis David Flores 
La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) calificó positiva la modificación del Decreto 740-20 y la derogación del artículo 10 del mismo, que establecía el cese de las actividades en las distintas iglesias.
«Como Obispos, entendíamos que, al decretarse el cese de las actividades religiosas de todo tipo, se despojaba al pueblo de una valiosísima herramienta, imprescindible en su vida: la fe en Dios y su consecuente expresión en el culto», señaló.
Y agregó: «Considerábamos que no se había valorado en su justa dimensión todo el aporte que, en materia de acogida, acompañamiento, y protocolo sanitario ha ido realizando la iglesia Católica durante este tiempo de pandemia».
El episcopado sugirió al Gobierno socializar «con los que están al frente del pueblo de Dios» antes de tomar esas medidas, porque a su juicio, afectan la fe de la gente.
El Decreto 2-21 permite la apertura y celebración de actividades en las diferentes denominaciones religiosas, con permiso de realizar sus servicios tres veces a la semana, acatando los horarios de toque de queda y respetando los protocolos contra el COVlD-19.
