Episodios: Digesett y ASDE: cuando satisfacer el morbo de las redes sociales se convierte en su norte

Episodios: Digesett y ASDE: cuando satisfacer el morbo de las redes sociales se convierte en su norte

En un mundo cada vez más marcado por la rapidez de la información y el poder de las redes sociales, algunas instituciones públicas parecen perder el rumbo al seguir las tendencias, sin considerar la realidad de las situaciones que se presentan ante ellas.

Este es el caso de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) y de la Alcaldía de Santo Domingo Este (ASDE) que, impulsadas por el morbo generado en las plataformas digitales, tomaron una decisión irracional y deshumanizada. La Digesett impuso una multa a un ciudadano que, por un descuido en medio de una emergencia médica, dejó accidentalmente residuos en la vía pública de Santo Domingo Este.

El incidente ocurrió cuando un hombre, en un acto tan cotidiano como colocar la basura encima de su vehículo para desecharla en un contenedor en su ruta, se vio obligado a acelerar su viaje debido a una grave emergencia médica: su esposa, en un estado de embarazo de alto riesgo, requería atención urgente. 

En medio de la angustia por salvarle la vida a su esposa, olvidó retirar la basura del vehículo, que terminó cayendo en la vía pública. Sin embargo, lo que no pudo haber imaginado es que esa acción desprovista de intención, sería captada en video por otro conductor, quien lo compartió rápidamente en una plataforma conocida como AccidentesRD.

Aquí comienza la cadena de irresponsabilidad e insensibilidad. El video, que se viralizó rápidamente, fue condenado en las redes sociales sin conocer el contexto real detrás del incidente. Opinadores públicos se lanzaron a juzgar al ciudadano, ignorando por completo las circunstancias que lo llevaron a esa situación. Sin empatía, sin entender que la prioridad de ese hombre en ese momento era la vida de su esposa y no el control de su basura, pero, las críticas comenzaron a llover.

Lo que sigue resulta aún más alarmante. En lugar de investigar la situación y ser conscientes de la humanidad que hay detrás de un simple olvido, la Digesett optó por enviar una patrulla al centro de salud donde el hombre se encontraba con su esposa, ya estabilizada. 

Allí, en un acto que demuestra una total falta de sensibilidad, impusieron la multa al ciudadano, amparándose en un artículo que sanciona el lanzamiento de basura en la vía pública, sin tener en cuenta que este incidente fue un hecho fortuito. No solo fue injusto, sino, también insensible e innecesario. Además, el monto de la infracción lo sabra cuando vaya al Tribunal de Tránsito. 

Por otro lado, la Alcaldía se enfocó en una exhausta investigación sobre ese ciudadano, al punto de hasta llegar a tenerlo ubicado en su residencia, como cual criminal que ha cometido un hecho delectivo que atenta contra la estabilidad de la nación. Todo, porque debe ir a pedir un perdón y una disculpa al alcalde Dío Astacio. Como se dice el vulgo, “con esto se me cayó un santo”, por demás, un pastor y líder religioso que quizás debió ser más compasivo. Cuando concluya la situación de salud de su hija, el señor irá a pedir ese perdón.

Mientras ambas instituciones se desvanecían en las líder del poder, aquel hombre luchaba por la vida de su esposa y de su pequeña hija. La bebé nació cuatro días después, con una condición de salud que, hasta el momento, la mantienen hospitalizada.

Es importante reflexionar sobre la forma en que nstituciones públicas como la Digesett y la Alcaldía de Santo Domingo Este están utilizando las redes sociales como una herramienta de control social, sin considerar el daño moral que esto puede causar a los ciudadanos. 

Al no dar lugar a la explicación del contexto y al ser impulsados por la “popularidad” del video en redes, se pierde el enfoque de lo que realmente debe ser el servicio público: ayudar, comprender y guiar, no castigar sin contemplaciones.

Como periodista, conozco la relevancia de los medios sociales, pero entiendo que deben ser utilizados con responsabilidad. El ser humano, con sus emociones, contextos y circunstancias, no debe ser juzgado por un simple clic en una plataforma digital. En este caso, la Digesett y la Alcaldía no solo actuaron de forma arbitraria, también cedieron al morbo de las redes sociales, a ese afán por mostrar un control sobre la ciudadanía sin importar las consecuencias.

Es irónico que, en lugar de cuestionar y sancionar a quien grabó y difundió el video mientras conducía (una infracción de tránsito en sí misma), las autoridades decidieron perseguir a quien, en un acto de desesperación, trataba de salvar la vida de su familia. 

Esto nos deja una amarga reflexión sobre cómo nos hemos deshumanizado como sociedad. Parece que, en la actualidad, el que más aplausos recibe en las redes, es quien expone la tragedia ajena, sin importar el daño que pueda causar.

Lo verdaderamente urgente no es satisfacer el morbo de las redes sociales, sino, que las instituciones deben ser más humanas, poner la empatía y la comprensión por encima del interés por generar impacto mediático. Ojalá que la Digesett, la Alcaldía de Santo Domingo Este y las plataformas como AccidentesRD, reconsideren su papel en esta tragedia y que, al menos, por un momento, detengan el juicio precipitado y valoren las circunstancias que pueden estar detrás de una acción aparentemente irreprochable.

Más leídas