La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es una enfermedad de los pulmones que se caracteriza por una reducción persistente del flujo de aire. Según la Organización Mundial de la Salud, es probable que la EPOC aumente en los próximos años debido a la mayor prevalencia de tabaquismo y al envejecimiento de la población en muchos países.
La EPOC ahora afecta a hombres y mujeres casi por igual. A escala mundial, se estima que alrededor de 3 millones de muertes fueron causadas por esa enfermedad en 2015, lo que representa el cinco por ciento de todas las muertes registradas en ese año.
La EPOC es una enfermedad grave en la que más del 90 por ciento de las muertes por EPOC se producen en países de ingresos bajos y medios. Entre los principales factores de riesgo para la enfermedad están el fumar, la contaminación del aire y la inhalación de partículas de polvo y sustancias químicas.
El doctor Anas Hadeh, neumólogo de la Cleveland Clinic Florida, menciona que “en las etapas iniciales de la EPOC, hay una falta de aliento mínima que generalmente se observa durante el ejercicio. A medida que avanza la enfermedad, la falta de aliento puede empeorar y los niveles de oxígeno en la sangre pueden disminuir, creando la necesidad de usar un dispositivo de oxígeno.” El día mundial de la EPOC se celebra el 21 de noviembre para crear conciencia en la lucha contra la enfermedad.
La EPOC se diagnostica mediante un conjunto especial de pruebas de función pulmonar llamado espirometría y otros síntomas informados por los pacientes. Los síntomas comunes de la EPOC son tos crónica, producción excesiva de esputo y dificultad para respirar, especialmente durante esfuerzos excesivos. Se puede prevenir evitando el tabaco, incluido el humo de segunda mano y la exposición a otras toxinas del aire. Cualquier persona que experimente síntomas o tenga antecedentes familiares o exposición ocupacional debe realizarse una espirometría.
Cleveland Clinic Florida ofrece una amplia gama de opciones de tratamiento para la EPOC, incluida la educación, el abandono del hábito de fumar, los medicamentos y un programa para la rehabilitación pulmonaria. Un equipo de expertos está listo para revisar sus síntomas y resultados de pruebas y para desarrollar un plan de tratamiento integral.
A través del diagnóstico preciso, la terapia médica, el apoyo emocional, el ejercicio y la educación, los pacientes pueden regresar a una mejor calidad de vida y capacidad funcional que les lleve a una vida mejor y más prolongada.