En diversas ocasiones, instituciones que consideramos pioneras en la instauración de una Escuela de Gobierno, han sido valoradas como entidades para la profesionalización de una “casta” creadora de funcionarios públicos, cuadros y gestores de la administración del Estado.
Por ejemplo, en Francia, la École Nationale d’ Administration o L´ENA de París, que surgió fruto del pacto político entre Charles de Gaulle y el Partido Comunista Francés, es considerara la academia o escuela de gobierno de mayor prestigio en el mundo, de sus aulas han egresado desde Presidentes como Valery Giscard d’Estaing, Jacques Chirac, François Hollande, y el actual Enmanuel Macron; también, primeros ministros como Laurent Fabius, Michel Rocard, Édouard Balladur, Alain Juppé, Lionel Jospin, Dominique de Villepin y Édouard Philippe, actualmente en el cargo.
Estos líderes influyentes han llegado a recibir la denominación de “enarcas”, que refiere a egresados connotados de L´ENA, con influencia en la vida pública francesa.
En definitiva, la Escuela Nacional de Administración de Francia ha creado una generación o una “fábrica de Presidentes”, primeros ministros y altos funcionarios, los ha formado, ha instituido círculos y redes de influencia en las esferas del poder para la administración del Estado.
En lo que concierne a la República Dominicana, donde es comprobable la opacidad en las organizaciones y partidos políticos para la formación de sus cuadros y dirigentes, es pertinente que se produzca un gran pacto político para la creación de una Escuela de Gobierno, que fortalezca el Instituto Nacional de Administración Pública (INAP).
La formación de una Escuela de Gobierno en República Dominicana contribuiría a la especialización de jóvenes que se inclinan por la función pública como carrera, y generaría grandes beneficios al Estado Dominicano con la institucionalización de una nueva gestión pública que priorice un mayor nivel de profesionalización de los principales agentes que intervienen en la formulación, implementación y evaluación de las políticas.
Una Escuela de Gobierno se constituiría como una institución que procura significativos aportes en el ámbito académico, gubernamental, administrativo, del Estado, y también al desarrollo de capacidades de quienes desean aportar al país a través del servicio público. La propuesta de una Escuela de Gobierno es compatible con una visión clara de cómo las políticas públicas pueden ser un instrumento idóneo para la acción del gobierno y su relación con la sociedad, y la necesidad de profesionalizar los funcionarios públicos en aspectos fundamentales como política económica y gobernanza, política social, entre otros.
Consideramos, que la administración pública debe contar con una institución capaz de efectuar las investigaciones necesarias que guíen a los funcionarios públicos hacia un mejor desempeño, que valore las tendencias actuales de la administración pública, y que propicie el debate académico y político sobre buen gobierno, gobernanza, gobernabilidad y nueva gestión pública.
¿Hacia dónde debe ir la profesionalización de los servidores públicos?
En República Dominicana hace falta una Escuela de Gobierno que forme a los ciudadanos sobre las nuevas tendencias de la gestión pública, y que instituya una nueva cultura de servicio al Estado dominicano con la formación profesional de agentes que tengan el perfil y deseen hacer de la función pública una carrera de vida.
La normativa actual vigente, que instituye la Ley 41-08, sobre Función Pública, y que instaura el Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), sólo se limita a los procesos de inducción, formación y capacitación del personal de los órganos y entidades del Estado Dominicano, por lo que, su alcance es muy restringido para lo que debe ser una nueva gestión pública basada en la calidad y con las nuevas exigencias del perfil de los líderes de hoy que deben estar sometidos a estándares de transparencias infinitamente superiores a los que existían en la década de los años noventa.
Es necesaria la formación de nuevos ciudadanos capaces de superar el modelo gerencial y lo reemplacen por la deliberación pública y la acción política fuerte y decidida, ya que la administración del Estado requiere que la nueva gestión pública vea a los ciudadanos como el centro de las políticas, y en la que el líder debe saber explicar cada política y cada decisión, con sus aciertos y bemoles.
La apertura, inclusión y empoderamiento de nuevos actores sociales en el proceso de decisiones de políticas públicas que caracteriza la gobernanza, requiere de una institución académica que supere las deficiencias del rol de los partidos políticos en su función de garantizar la participación de la ciudadanía en los procesos políticos tendentes a mejorar la democracia, a contribuir en la formulación y manifestación de la voluntad popular, y en el servicio al interés nacional, el bienestar colectivo y el desarrollo integral de la sociedad dominicana como lo establece la Constitución de la República en su artículo 216.
¿Qué proponemos?
1ero.La formación de una Escuela de Gobierno en República Dominicana fortalece la profesionalización de los funcionarios públicos;
2do. Contribuye a la modernización del Estado Dominicano y a la Gobernanza;
3ro. La formación de una Escuela de Gobierno implica asumir un nuevo estilo de gobierno que superael modelo de control jerárquico con un mayor grado de cooperación;
4to. Los funcionarios públicos pueden obtener mayor capacidad de gestión de problemas y demandas a través del Estado, con programas de gran nivel de formación en una Escuela de Gobierno.
Si Charles de Gaulle en Francia pudo propiciar un pacto político para fomentar la profesionalización de los servidores públicos, nuestros líderes políticos también deberían estar a la altura de las expectativas de los nuevos tiempos, creando, y fomentando una Escuela de Gobierno que sea paradigma en la región.