La curiosidad de un grupo de adolescentes de Timbiquí por lo esotérico y el mundo de los espíritus las llevó a jugar con la tabla ouija, pero al parecer las cosas no salieron como esperaban y terminaron convulsionando
Los habitantes de Timbiquí (Cauca) están atemorizados por la supuesta posesión de un grupo de 36 estudiantes del colegio San Francisco de Asís, que jugaron con la tabla ouija y posteriormente presentaron comportamientos extraños e incluso algunos convulsionaron.
Los hechos se registraron el pasado jueves 6 de julio en las instalaciones del centro educativo, donde algunas menores empezaron a presentar trastornos de comportamiento, presuntamente después de participar en el juego esotérico. De acuerdo con las directivas de la institución educativa, cuando sus compañeros se acercaban a detenerlas o auxiliarlas, también se ‘contagiaban’ y empezaban a convulsionar.
“Es un fenómeno no común que se presentó. Los niños trataban de forcejear y después era otro el que se contagiaba con la situación (…) No hay una explicación de lo que sucedió. Unos dicen que fue por esa tabla y otros que fue por un juego que consiguieron por Internet. Esas son las versiones, pero nadie la puede comprobar”, declaró Emilio Balanta, rector del colegio San Francisco de Asís, en conversación con El País.
Hasta el centro educativo llegaron los familiares de los adolescentes involucrados, acompañados de algunos religiosos que intentaron exorcizar a los menores afectados por la supuesta posesión espiritista. Pese a los esfuerzos para intentar controlar la situación, los adolescentes poseídos debieron ser trasladados hasta el centro hospitalario de la población, donde los sedaron y calmaron sus convulsiones.
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“Es un fenómeno no común que se presentó. Los niños trataban de forcejear y después era otro el que se contagiaba con la situación (…) No hay una explicación de lo que sucedió. Unos dicen que fue por esa tabla y otros que fue por un juego que consiguieron por Internet. Esas son las versiones, pero nadie la puede comprobar”, declaró Emilio Balanta, rector del colegio San Francisco de Asís, en conversación con El País.
Hasta el centro educativo llegaron los familiares de los adolescentes involucrados, acompañados de algunos religiosos que intentaron exorcizar a los menores afectados por la supuesta posesión espiritista. Pese a los esfuerzos para intentar controlar la situación, los adolescentes poseídos debieron ser trasladados hasta el centro hospitalario de la población, donde los sedaron y calmaron sus convulsiones.
¿Posesión o pánico colectivo?
La tabla ouija es un artefacto utilizado en la esoteria y la magia para contactar espíritus e incluso demonios, que según sus usuarios crea un portal y un canal que conecta con el mundo espiritual; sin embargo, no hay ninguna muestra científica que compruebe la efectividad del artefacto para contactar entidades extraterrenales.
Pese a la falta de pruebas, el juego se ha popularizado y en el imaginario colectivo es una herramienta muy poderosa, generando misticismo e incluso miedo hacia el uso de este. Partiendo de ahí, la curiosidad por lo sobrenatural de algunas personas las conlleva a usar la tabla, como en el caso registrado en el Pacífico colombiano.
El condicionamiento con lo sobrenatural hace que en muchas oportunidades el miedo se apodere de quienes juegan con la tabla ouija y como pasó en Timbiquí, al ver que una persona dice sentir efectos negativos, las demás se contagian y experimentan ese tipo de convulsiones.
En ese orden de ideas, el rector Emilio Balanta expresó: “Una niña empezó a forcejear, entonces los muchachos empezaron a cogerla para que no se golpeara y después resultó otra niña, que la estaba cogiendo, con el mismo problema, y así fue contagiando a otros niños”.
La institución educativa informó que se inició un proceso para brindarle apoyo psicosocial a los 36 jóvenes afectados y acompañarlos en el proceso de recuperación. Entre tanto, la Secretaría de Educación del Cauca le hizo un llamado a las familias de los menores afectados para que estén pendientes de su proceso de recuperación y los acompañen en el tratamiento psicológico.
“Estamos pidiendo a los padres de familia, a los directivos a los profesores que estén atentos de los estudiantes para evitar este tipo de hechos”, expresó el secretario de Educación Amarildo Correa.