La pandemia transforma, estremece, pero no borra la historia. El sentido de la oportunidad, la prudencia, la emergencia obligan, empero, no detienen la noria de las evocaciones ni las efemérides patrias. Fechas importantes para la nación, con mentores escasos para el recuerdo, con protagonistas ausentes, con una población convencida de que nada ocurrió antes de su existencia, retan la responsabilidad de instituciones y personas. Y como junio y sus días ameritan intercambio, la directora del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana-MMRD-Luisa de Peña Díaz, a pesar de la preocupante situación sanitaria, de las restricciones para evitar la propagación del virus, adecuó el trabajo y convocó a participar en el Conversatorio: Expediciones que marcaron la historia- Luperón 1949-. Utilizó la plataforma Zoom, el público pudo aprender, ratificar y disfrutar del análisis y la memoria de José del Castillo Pichardo, siempre provisto de datos y entusiasmo, y Tirso Mejía Ricart, conocedor de detalles por militancia y por ser hermano de Octavio Augusto, uno de los expedicionarios del 1959- Estero Hondo-. Sus vivencias en aquella Ciudad Trujillo con vecindarios y familiares fieles al tirano y otros desafectos, conceden a sus relatos un encanto particular. Transmitir sensaciones a personas que ignoran y no imaginan cómo se vivía entonces, es muy difícil. El miedo presentido, la angustia por el acecho, la certeza de la traición, determinaban la cotidianidad y convertían en verdaderos héroes a quienes se atrevían al desafío. Ser y no ser, también aparentar e intuir el sufrimiento en la casa de perseguidos y disidentes, sin dejar de repetir, Viva Trujillo. Acoso, desconfianza, también esperanza. Asilos, temeridad. Muchachos que no podían soportar más. Conocían los torturadores, los sicarios y lo peor, conocían a los delatores. Compartían pupitre con asesinos, sabían las fechorías de la parentela del sátrapa y por su procedencia de clase compartían con ella. Con el estilo que persiste, recibían la ofensa y luego los pérfidos abrazos si la muerte no exculpaba el agravio.
Del Castillo Pichardo no omite críticas. Expone las miserias de antes, durante y después. Esa complicidad que signa generaciones y trasciende épocas. Detalla el contexto internacional que fortaleció a la tiranía. El presidente Truman liderando la Guerra Fría, Trujillo aliado de EUA, aunque también esa correlación permitía los sueños libertarios en la región. El grupo que ideó y organizó la expedición contó con el apoyo de prestantes figuras de México, Costa Rica, Cuba. El hidroavión Catalina, que logró llegar a la Bahía de Gracia- Luperón- el día 19 de junio de 1949, salió desde el lago Izabal- Guatemala-. El arribo fue dramático y decisivo para el destino de todos. El sociólogo, reitera en la conversación algo que antes ha escrito: “El maleficio histórico que ha condenado a todas las expediciones dominicanas, fraguadas desde el exterior, para cambiar el orden de las cosas en Santo Domingo, obraría a favor del dictador. No solo la población negó apoyo al pequeño contingente que llegó a pisar suelo dominicano, sino que este grupo apenas representaba la sexta parte de la fuerza expedicionaria original que partió desde Guatemala”. Los dos vuelos que transportarían el otro grupo fracasaron en el intento, uno en Cozumel otro en Yucatán.
Mejía Ricart, médico, político, refiere la importancia del Frente Interno de Liberación-FIL- con sede y nacimiento en Puerto Plata, la bravura de sus integrantes y la infiltración del mismo, hecho que auguraba el fracaso de la empresa patriótica. Una vez más “el jefe” vencía. Además del trabajo de infiltración atribuido a Antonio Jorge Estévez, el embajador dominicano en México, Joaquín Balaguer, fue advertido de los planes, 15 días antes, y actuó en consecuencia. De nuevo el MMRD demuestra la necesidad de su permanencia, la razón de su fundación. Cumple con la misión de “Promover con significado histórico y conciencia ciudadana las luchas de varias generaciones de dominicanos durante la dictadura de Trujillo Molina, sus antecedentes y sus consecuencias, difundiendo conocimiento a la sociedad”. El MMRD prometió la segunda transmisión del Conversatorio dedicado al FIL, origen y trascendencia.