Para reflexionar. La escuela es una expresión psico-social de la comunidad a la que pertenezca. Lo primero que realiza el facilitador o gerente educativo es, establecer el diagnóstico psico-social de la comunidad y de la escuela. Por ejemplo, la escuela en una comunidad excluida, que vive el riesgo propio de un sector pobre, con marginalidad, de exclusión social, desempleo y de cientos de personas en edades productivas que no tienen acceso al desarrollo social. Por otro lado, la dinámica familiar es de estructura desintegradas: familias reconstruidas, rotas, monoparentales, disfuncionales, y en crisis prolongadas. Desde el punto de vista de los indicadores de riesgo psico-social y vulnerabilidad, la comunidad tiene falta de acceso al agua potable, apagones, problemas de salud, estrés crónico, agresividad y violencia, micro-tráfico, pandillas, vandalismo, inseguridad, violencia doméstica y familiar, con jóvenes que ni estudian ni trabajan, etc. Estas circunstancias socio económico y psico-sociales son las que influyen en el comportamiento, la mentalidad y las actitudes emocionales de los adolescentes y jóvenes que se encuentran en la escuela, de donde desarrollan: resentimiento social, intolerancia, rabia, ira, frustraciones, desesperanza aprendida y culpabilidad social.
También, la propia escuela tiene sus propios conflictos como son: conflictos de grupos, diferencias por los niveles de rendimiento educativo, aceptar o convivir con las diferencias, el disenso y tolerar la diversidad de grupos, los conflictos, el bulling, los espacios, la presión y la influencia de los grupos, etc.
En la escuela es que se reproducen los problemas por la construcción de la identidad psico-social, las habilidades y destrezas para integrar o formar grupos, el sentido de pertenencia, la afectividad, la disciplina, el respecto por la autoridad, vivir las diferencias y el desafío para competir y luchar en construir propósito de vida.
Todas las presiones psico-sociales se expresan dentro de la escuela, y se manifiestan de forma diferente: conflictos de grupos, pandillas, bandolerismo, uso de armas, violencia, agresividad y la búsqueda de notoriedad o sobresalir de forma inadaptada. Convirtiéndose todas estas situaciones en riesgo, vulnerabilidad, conductas altamente riesgosas, lecciones físicas, depresión, crisis de identidad, abuso de drogas, sexo a edad temprana, embarazo en adolecentes, suicidio, entre otros. Son las que hacen de una escuela de alto riesgo psico-social, pero también, una escuela donde los jóvenes representen y vivan el riesgo, la vulnerabilidad a padecer un daño en lo físico, lo psicológico, lo emocional, lo sexual, y lo afectivo. Una escuela con modelo de prevención, de psico educación en los problemas que les afecta a los jóvenes, tiene que ejecutar programas y políticas que respondan al desafió de la escuela de estos tiempo, de las circunstancias y de los riesgos que padecen sus estudiantes; ¿Qué riesgo tienen los muchachos?: Relaciones sexuales tempranas, embarazos en adolescentes, uso y abuso al alcohol, conflictos con los padres, conflictos emocionales, tristeza por inadaptación, depresión, ideas e intentos de suicidio, miedo e inseguridad por el futuro, baja autoestima y falta de habilidades para el manejo de los conflictos y el proyecto de vida.
Cuando en una escuela no trabajan los indicadores psico-sociales, sencillamente se convierte en una escuela vulnerable, riesgosa, sin factores protectores y sin respuestas a la prevención, diagnóstico y soluciones a los problemas integrales. La escuela de hoy, por más que se inviertan recursos, sigue siendo una escuela anclada, tradicional y de luz corta, que se divorcia de los conflictos y problemáticas de los alumnos. En plena posmodernidad, en la globalización, en la tecnología, en sociedades en conflictos y de alto contenido riesgoso, se debe implementar el modelo de escuela resiliente: aquella que puede vivir con el riesgo, dentro del riesgo, pero que no es parte del riesgo, o sea, previene las consecuencias, los riesgos y las conductas riesgosas, ya sea trabajando la educación sexual, el bulling, prevenir drogas, el manejo del conflicto, el altruismo social, la empatía, la solidaridad, la tolerancia, las agresiones y violencia con métodos asertivos en el manejo del disenso y de las diferencias. Plantear equipo, reuniones, comité de seguimiento y fiscalización, no solucionar los conflictos psico-sociales. La metodología y las políticas de escuela resiliente se implementa con módulo en modificación de conducta y de gestión de riesgo, con los estudiantes y profesores. Hace años que observamos los comportamientos inadaptados y los mismos riesgos en las escuelas, se impone la escuela resiliente social.