El gallo de pelea, ha dicho Héctor Rodríguez Pimentel, fue cambiado por uno “gay” que al decir de los más conservadores traiciona los valores del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), el fundo del doctor Joaquín Balaguer hasta que murió.
Algunos, con absurda indignación, preguntan qué diría Balaguer al ver ese gallo que parecería salir volando pero para ellos es de la ideología LGTB, esa logia que peca de respetar a la vida de los demás.
Rodríguez Pimentel sabe bien que ese no es problema fundamental del partido, ya que se queja de que ha sido secuestrado desde hace más de 20 años y se ha convertido en una entelequia: del 25% en que lo dejó Balaguer ha caído al 1.7%.
Puede leer: “Mantequilla”: sueños que se han derretido
Eso no es casual: al morir Balaguer, el único líder real de ese partido, nadie más ha podido aglutinarlo porque él se encargó de que así fuera. Por ello sus dirigentes, preocupados siempre de chupar de la teta estatal, se han cambiado/enganchado de partido según quien vaya a ganar.
Que eso haya sucedido es una ventaja para la sociedad porque ha permitido que vaya muriendo el lesivo balaguerismo que tanto daño nos hizo. Pena que hasta ahora hayan recibido más de RD$5,000 millones de la Junta Central Electoral. Ojalá que la llegada de ese “gallo gay” marque el fin del chupóptero reformismo. ¿Volará?