Naciones Unidas. España propuso hoy en la ONU nuevas medidas para luchar contra el extremismo violento a fin de combatir las acciones del yihadismo y otros grupos, que quieren someter al mundo a un choque entre la civilización y la “barbarie».
“El yihadismo ha manipulado y retorcido el mensaje del Islam, lo ha secuestrado para crear una ideología violenta, cruel, totalitaria, opresiva y expansiva”, afirmó en Naciones Unidas el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.
El ministro participó en una sesión del Consejo de Seguridad convocada para analizar los ataques en Oriente Medio motivados por razones étnicas o religiosas, en la que participan varios ministros.
La de hoy fue la primera intervención de García-Margallo ante el Consejo de Seguridad desde que España entró como miembro no permanente en ese órgano de Naciones Unidas, con un mandato de dos años que terminará a fines del año próximo.
En su discurso, el ministro español propuso la creación de un representante especial en la ONU “que tenga un mandato claro y expreso- la lucha contra el extremismo violento”, con la misión de “coordinar políticas contra el fanatismo».
Su trabajo, dijo el ministro, debería hacerlo en estrecha colaboración con el Alto Representante de la ONU para la Alianza de las Civilizaciones.
Asimismo, el ministro español propuso la creación de “un mecanismo jurisdiccional internacional especializado para enjuiciar los crímenes cometidos por el extremismo violento».
“El objetivo de ese mecanismo sería hacer justicia y luchar contra la impunidad que es irrenunciable”, afirmó el ministro en la sesión del Consejo, a la que asistieron, entre otros, su colega francés, Laurent Fabius, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
En su discurso, García-Margallo recordó que Oriente Medio “es algo más que un espacio geoestratégico de primer orden”, y recordó su aporte a la historia, a la cultura y a los diversos cultos.
“El terrorismo yihadista amenaza con aniquilar esa diversidad que es consustancial a la región”, insistió el ministro español, para quien la lucha contra “el terrorismo yihadista no es una manifestación de un conflicto entre el Islam y Occidente».
Tampoco se trata, dijo, de un enfrentamiento “entre la civilización, con todas sus manifestaciones de libertad, creatividad y diversidad, y la barbarie uniforme, que aspira a reducir al individuo a objeto sometido a la brutalidad».
Para luchar contra “las causas profundas de la barbarie y la sinrazón”, García-Margallo propuso adoptar un enfoque multidisciplinar».
También recordó propuestas anteriores suyas, como la creación de una plataforma de “líderes religiosos para la paz” en zonas de conflictos armados y de un equipo de mediadores expertos en cuestiones interreligiosas e interculturales.
“Ha llegado el momento de abrir una nueva etapa en la lucha contra el terror y el extremismo violento”, afirmó García-Margallo. El ministro español, durante su visita a la sede de Naciones Unidas, tiene previsto reunirse también con el secretario general de la ONU y asistir a un almuerzo que ofrece Fabius a las altas personalidades presentes en la reunión de hoy del consejo.