Cada vez son más en España los locales de ocio nocturno que cuentan con protocolos contra los abusos sexuales, lo que permite que las víctimas de acoso o agresión puedan solicitar ayuda expresamente, o bien pedir auxilio a los empleados de la discoteca utilizando alguna frase en clave que el propio local difunde. Los empleados también pueden activar el protocolo si son testigos directos de un abuso. Un tema candente en las últimas semanas, con la detención provisoria del futbolista brasileño Dani Alves, acusado de violación por una joven en una discoteca de Barcelona.
“Nosotros tenemos un protocolo implantado desde hace varios años que se llama pregunta por Ángela”, dice Esther, responsable de eventos de Shoko Madrid, una de las salas de fiesta más populares de la capital española que cuenta con el distintivo de calidad y seguridad de la asociación internacional Nightlife.
“Consiste en que si se sufre algún tipo de acoso hay que dirigirse al personal, sobre todo a los de la barra, pero puede ser a cualquier personal de la sala, y preguntar por Ángela. A partir de ahí, se activa el protocolo que consistirá en retirar, de la forma más discreta posible por parte del personal de seguridad a la víctima del acosador”, explica Esther quien añade que según el tipo del supuesto delito se actuará de una forma o de otra.
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“O se invita al acosador a abandonar la sala o se llama a la policía y si la víctima está sola, se la acompaña”, explica la responsable de eventos Shoko Madrid.
Los protocolos contra el acoso son bien recibidos por las mujeres que frecuentan los locales de ocio.
“Es un protocolo imprescindible hasta que los hombres aprendan a no violar y a no abusar de las mujeres que están libremente de fiesta”, dice Irene que reconoce que se ha sentido insegura.
A pesar del incremento de los protocolos antiacoso, faltan todavía directrices oficiales más concretas y unificadas, por lo que hasta el momento son los propios locales de ocio los que determinan su nivel de seguridad.