Un aspecto que siempre me llamó la atención mientras era embajador en Corea del Sur fue la decisiva determinación del gobierno y el pueblo surcoreanos en ser la sede de grandes eventos internacionales, sean deportivos o de cualquier índole, a fin de promover la imagen coreana a nivel global.
La propuesta del Ministro de Turismo para que se inicie la construcción de un estadio de béisbol que permita celebrar el Clásico Mundial de Béisbol en la República Dominicana hay que prestarle atención, a fin de lograr una mayor proyección del deporte dominicano a nivel internacional.
Y es que los coreanos estaban claros que cuando su nación era la sede de grandes eventos mundiales, se dinamizaba la economía, aumentaba el empleo, el turismo; si esas actividades la realizaban a veces hasta en algunas provincias, se dinamizaba la generación de ingresos provinciales y las ciudades locales cobraban mayor vida.
La República Dominicana es considerada una potencia en el béisbol a nivel mundial, pero todavía no tiene la infraestructura, el estadio apropiado, para desarrollar un evento para ser la sede de un torneo del clásico mundial de ese deporte en el país.
Precisamente, al escribir estas notas, recibo la información de que la República Dominicana fue seleccionada como sede del 24vo. Campeonato Mundial de Taekwondo Militar, a celebrarse del 24 al 31 de octubre próximo, con atletas que representarán a más de 135 países. Y eso es bueno.
El ministro Francisco Javier García ha expresado claramente que “Todos los sectores con incidencia deben ir pensando en la construcción de un estadio de béisbol en la ciudad de Santo Domingo, que reúna las condiciones de los que existen en las Grandes Ligas, en los Estados Unidos. Lamentablemente, el Quisqueya Juan Marichal no cumple con los estándares requeridos a nivel mundial”. Y aseguró que reconoce que se requiere de una alta inversión económica para eso, pero, dijo, que la misma garantiza su retorno debido a que el referido deporte va camino a su universalización.
De lo que se trata es de atraer inversionistas extranjeros que puedan asociarse con inversionistas locales, y mediante el aval y el respaldo del Estado, se pueda desarrollar un proyecto de ese envergadura que permita ubicar a la República Dominicana como lo que realmente es: una potencia del béisbol a nivel mundial.
Estoy totalmente convencido que con un buen proyecto bien presentado, un adecuado diseño, y con una estimación de los beneficios y las ventajas que ofrece a la nación, se pueden atraer los inversionistas y los recursos que se requieran para desarrollar el estadio que permita la globalización del béisbol dominicano.