EE.UU. insistió ayer en que no ve motivo para que China convierta la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, en “una crisis”
Estados Unidos insistió ayer en que no ve motivo para que China convierta la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, en “una crisis”, pese a que tras este viaje posiblemente se vea abocado a una escalada de tensión con el gigante asiático.
Pelosi se marchó de Taiwán en dirección a Corea del Sur después de un viaje de dos días a la isla, que ha desatado la ira de Pekín, que ha anunciado el comienzo hoy de maniobras militares con fuego real en zonas alrededor de ese territorio.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, se mantuvo ayer fiel a la retórica del Gobierno desde que se filtraran en los medios las intenciones de Pelosi de visitar Taiwán.
“Sabíamos que China se iba a comportar de esta manera, vamos a estar vigilantes, trataremos con lo que Pekín elija hacer”, apuntó Jean-Pierre.
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En todo momento, la Administración de Joe Biden ha buscado desvincularse de esta visita y ha subrayado que es una decisión personal de Pelosi, la responsable de mayor rango estadounidense que visita Taiwán en un cuarto de siglo.
El director ejecutivo del laboratorio de ideas Global Taiwan Institute, Russell Hsiao, dijo que aparentemente la Casa Blanca hizo todo lo que pudo para desaconsejar a Pelosi que fuera a Taiwán, a la luz de las desavenencias públicas y las declaraciones oficiales sobre la inquietud de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos sobre este viaje.
“Básicamente, esta es una decisión de la presidenta (de la Cámara Baja) y creo que el presidente Biden respetó el principio fundamental del sistema político de Estados Unidos la separación de poderes”, apuntó.