Estados Unidos urgió este jueves a sus ciudadanos a “hacer planes para abandonar Haití lo antes posible” a través de medios comerciales, debido a la violencia que se registra y después de restringir los movimientos de su personal a la embajada por los intensos disparos en el entorno del recinto.
En un comunicado publicado en la página web de la Embajada estadounidense en Haití, se informa que el Departamento de Estado hace este llamamiento ante “los recientes enfrentamientos armados entre las pandillas y la Policía” y la “elevada amenaza de delitos violentos y secuestros” en Puerto Príncipe, una situación que últimamente ha afectado en especial a los barrios de Vivy Michel, Tabarre, Torcel, Tapage y Trutier. “El Gobierno de Estados Unidos ve extremadamente limitada su capacidad de proporcionar servicios de emergencia” a sus ciudadanos en Haití, indica la nota.
El Departamento de Estado sitúa en el nivel 4, el más alto y que se corresponde con “No viajar”, los avisos relativos a Haití, a causa de los disturbios y de delitos como los secuestros, de los que ciudadanos estadounidenses ya han sido víctimas y en los que han sufrido diversos daños.
Este miércoles, la sede diplomática emitía un comunicado anunciando que, “debido a los intensos disparos en las inmediaciones del recinto de la embajada, todo el personal de la misión está restringido a los recintos” de la legación “hasta nuevo aviso». La violencia es extrema en Haití, donde las bandas armadas se han hecho fuertes y controlan gran parte de Puerto Príncipe y sus alrededores, sembrando el terror entre los vecinos que, en muchos casos, optan por abandonar sus casas y convertirse en desplazados internos.
Las masacres, las violaciones, los secuestros y la quema de viviendas se han convertido en algo habitual en este país, el más pobre de América. En Haití, sumido en una crisis en todos los órdenes, cerca del 50 % de la población sufre inseguridad alimentaria y la mitad de sus algo más de 11 millones de habitantes vive en la pobreza.