Las percepciones que tienen las personas sobre el sentido de estar bien es distinto en nuestra sociedad según los estratos sociales. En la cultura popular “estar bien” tiene distintos matices en donde lo individual y colectivo, la subjetividad y el peso de las condiciones socioeconómicas se entremezclan.
“Estar bien” asociado condiciones sociales que ofrece el lugar de residencia. La vinculación entre bienestar y lugar de residencia tiene mucha importancia sobre todo en lo referido a la tranquilidad” que tiene que ver con seguridad ciudadana, con ausencia de ruidos y con unas relaciones vecinales de confianza entre las personas que residen en un mismo barrio o comunidad.
Obtención de fuentes de ingresos y/o empleo. La posibilidad de obtención de fuentes de ingresos es otro de los elementos significativos del “estar bien”, esta fuente de ingresos en las familias más pobres se reduce a resolver las condiciones de sobrevivencia desde “lo que aparezca”. “Es tener resuelto el sustento diario de mi familia”. Es conseguir algo”.
Mientras que en otras personas pobres se identifica como necesidad la fuente de ingresos. Esto tiene que ver con una necesidad de cierta estabilidad o seguridad económica.
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La adquisición de una vivienda es una condición muy importante de “estar bien”. La vivienda tiene mucho peso para las personas de estratos pobres, una vivienda propia se convierte en un salto cualitativo para estos sectores tanto para hombres como para mujeres.
La importancia de la propiedad de la vivienda estriba en una vinculación entre vivienda propia y protección-seguridad. Esta protección-seguridad implica también evitar situaciones de desalojo o vivir en condiciones de “vulnerabilidad”.
Condiciones colectivas y generacionales. En comunidades rurales y urbano-marginales encontramos personas que se refieren a su bienestar desde una dimensión colectiva no individual y relacionada a la situación de la comunidad y sobre todo los jóvenes. “Es tener instituciones recreativas para que los jóvenes no tengan vicios”.
El bienestar en la cultura popular no se reduce a las condiciones de ingresos, sino que lo trasciende. El peso del tejido social en la cultura popular es importante porque garantiza la reciprocidad y la seguridad en el lugar de residencia.
Otro aspecto importante es la obtención de viviendas propias que también ofrece una plataforma de seguridad que ofrezca protección de la lluvia y de desalojos. La relación con lo colectivo y lo individual desde la necesidad de “estar bien” es una dimensión que marca diferencia entre estratos medios y estratos pobres.
La cultura popular se afianza en lo colectivo y la vida comunitaria tiene peso porque garantiza cierta seguridad construida desde la confianza y la cohesión social.