Los efectos negativos del sedentarismo persisten incluso cuando luego se realizan programas de ejercicio físico.

El ejercicio juega un papel fundamental en la prevención de la mayoría de las enfermedades crónicas.

Nuestro cuerpo necesita un período relativamente largo para beneficiarse de las adaptaciones saludables que genera el ejercicio más requiere de pocos días para revertir adaptaciones positivas generadas por el ejercicio.

El cuerpo vuelve a una situación fisiológica similar a la basal o incluso peor.
En adultos sanos ha sido evaluada con pruebas metabólicas, encaminadas a la evaluación de los más diversos aspectos metabólicos.

Se ha observado que personas sedentarias presentan un incremento en la resistencia a la insulina, aumento de los triglicéridos, grasa visceral y en la intrabdominal hasta un 7%, reducción de la masa muscular, tras la reducción escalonada de la actividad física durante dos semana.

Los adultos mayores evidenciaron deterioro del control glucémico, reducción de la síntesis de proteínas, de la masa libre de grasa, aumento de la inflamación.

Les agravó la diabetes y la atrofia muscular. La recuperación de la masa muscular y agilidad en ellos es más difícil, por esto el valor de la preservación de la actividad en este grupo.

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Trabajo desde casa, cierre de las escuelas, centros comerciales, gimnasios, la suspensión de las actividades consideradas no esenciales implica en nuestro organismo un cambio que da origen a trastornos metabólicos incluyendo la pérdida de los beneficios obtenidos con anterioridad tras la implementación de un estilo de vida saludable sustentado en alimentación balanceada, así como actividad física programada.