Fidel Sendagorta
Hoy nadie discute que el escenario geopolítico del presente siglo está marcado por la irrupción de China como una superpotencia global. Y que estamos asistiendo a una pugna en todos los frentes para sustituir o, como mínimo, neutralizar a Estados Unidos como la única superpotencia en lo económico, en lo tecnológico, en su “soft power” o, por supuesto, en lo militar. (…) El peso y la significación de Estados Unidos, después de la apabullante victoria de Occidente en la guerra fría del siglo pasado, y su liderazgo global (…) eran indiscutibles. Pocos intuían que ese mundo aparentemente unipolar iba a durar muy poco tiempo”. Josep Piqué, ministro de Asuntos Exteriores del Reino de España, 2000-2002. Prologuista de la obra.
Leí en Instagram que en España se había publicado en el año 2020 el libro de Fidel Sendagorta titulado “Estrategias de Poder. China, Estados Unidos y Europa en la era de la gran rivalidad”. No lo conseguí en el país. Le pedí entonces a mi gran amiga Consuelo Naranjo Orovio que me lo consiguiera. Diligente como es, me consiguió el último ejemplar que había en La Casa del Libro. Al llegar a mis manos lo devoré en un santiamén.
No conocía al autor, ni siquiera lo había escuchado, quizás porque es más del mundo diplomático. Pero en la reseña que leí hablaba muy bien de la obra, sobre todo porque planteaba unos análisis de mucha actualidad. Y, como ustedes saben, en los últimos años me he dedicado a estudiar a China. Como fue la Editorial Planeta la que publicó el libro, busco la página de esta importante editora para conocer un poco a este escritor desconocido para mí: “Fidel Sendagorta (Madrid, 1956) es diplomático. Ha ocupado diversos puestos en las embajadas de España en Tokio, La Habana, Rabat y en la Representación Permanente de España ante la Unión Europea. Asimismo, ha sido director general para el Mediterráneo, Magreb y Oriente Próximo (2008-2010), embajador de España en Egipto (2010-2014) y director general para América del Norte, Asia y Pacífico (2015-2018). En 2019 fue investigador invitado en el Belfer Center for Science and International Affairs de la Universidad de Harvard. Es autor del ensayo Europa entre dos luces. ¿Declive o resurgimiento? (Biblioteca Nueva, 2007) y miembro del Consejo Científico del Real Instituto Elcano. Actualmente es director general de Política Exterior y de seguridad”.
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El libro no es muy grande, pues tiene 175 páginas. El prólogo es de Josep Piqué, quien fue ministro de Asuntos Exteriores del Reino de España durante los años de 2000-2002. Tiene 9 apartados o capítulos: 1. De la convergencia a la competencia; 2. Visiones e intereses; 3. Los desafíos económicos y tecnológicos; 4. Las redes 5G en el cruce de la tecnología y la seguridad nacional; 5. El desafío ideológico; 6. La Iniciativa de la Franja y la Ruta: un desafío geopolítico; 7. Asia-Pacífico, el nuevo escenario central; 8. El ascenso de China y los cambios en el orden internacional; y, 9. Hacia una estrategia común. El libro está muy bien escrito. Su lenguaje es fácil de entender y digerir para cualquier público, especializado o no.
En el capítulo primero “De la convergencia a la competición”, el autor inicia su reflexión en el año 2018, y el Estados Unidos bajo el mandato del controvertido presidente Donald Trump. “En 2018, dice el autor, las relaciones entre Estados Unidos y China dieron un giro fundamental para situarse de lleno en la competición estratégica. Tanto la Estrategia de Seguridad Nacional de la Administración Trump como su Estrategia de Defensa Nacional justificaron el nuevo paradigma. Y en su discurso del Hudson Center, en octubre de 2018, el vicepresidente Mike Pence explicó en detalle lo que realmente significa la competición en todos los ámbitos, desde el militar al comercial, pasando por el tecnológico, los medios de comunicación y el mundo académico. A estas palabras siguieron acciones como el aumento sucesivo de aranceles sobre productos chinos y las medidas dirigidas a impedir que la empresa Huawei adquiera una posición predominante en las telecomunicaciones de nueva generación”.
Afirma Sendagorta que Trump definió como política en su campaña la transformación de las relaciones con China, y uno de sus objetivos era la reducción del déficit comercial con el país asiático. Sin embargo, sigue afirmando, la posición con respecto a China no fue únicamente de la administración de los republicanos, sino que había un consenso general de que, si Estados Unidos no actuaba de forma inmediata, China tomaría la delantera. Se necesitaban acciones contundentes y rápidas. Señala el autor que Europa por su parte también comenzó a modificar su política con relación a China, afirmando que la Unión Europea ve a China como “un rival sistémico” [4] Lamentando que el espacio se agotó. Seguimos con el tema en la próxima semana.