Por Rosa Campusano
“Yo no era la linda del salón cuando era más pequeña, era a la que molestaban”. Su estatura fue motivo de burla y rechazo en su infancia, pero esa altura la ha llevado a desfilar en grandes pasarelas a nivel internacional para marcas como Dior, Alberta Ferretti, Ottod’Ame y otras más.
Ella es Lisnel Sánchez, estudiante de Ingeniería Industrial del Instituto Especializado de Estudios Superiores Loyola (IEESL), egresada del técnico en Instalaciones Eléctricas y quien hoy se destaca como modelo de pasarela.
Durante una entrevista para el programa Magis en el Aula, Lisnel habló sobre sus inicios en el mundo del modelaje, aunque muchas niñas sueñan con ser la Miss, ella no, sus tías fueron quienes descubrieron el talento oculto de esa jovencita que era la más grande en sus clases, incluso más alta que los varones y a la que no veían como la “más linda del salón”.
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“Siempre fui una niña muy aplicada, la que entregaba todas las tareas a tiempo. En mi mente no estaba el modelaje. Entré al IPL y, al igual que mi hermano, elegí la carrera técnica en Instalaciones Eléctricas”, expresó Sánchez quien, luego de eso, comenzó a prestar atención a los comentarios de sus tías y empezó a conocer todo el arte de la moda identificándose con otras profesionales del área.
Su amor fue creciendo y la joven oriunda de Los Cacaos, San Cristóbal, empezó su travesía, asistió a casting y tuvo su primera decepción, pero eso no fue motivo para darse por vencida. Dos años más tarde, a través de las redes sociales, fue contactada por Perkins Model Academy, su agencia madre. ¿Cómo la descubrieron? Ella no sabe, pero ese fue el inicio de todo lo que hoy vive. La vislumbraron como una gran estrella, aunque debía de bajar 30 libras, reto que aceptó y que poco a poco logró, cambiando por completo su estilo de vida.
Sobre su formación en el IPL y cómo le ha ayudado, dice que la disciplina adquirida en la institución ha sido fundamental. Además, los conocimientos adquiridos en la formación técnica recibida en Loyola le han servido para aplicar los métodos de aprendizaje y comprensión en otros contextos como la toma de fotografías, “si la modelo sabe lo que debe hacer se facilita el trabajo del fotógrafo y se logran mejores resultados”.
Su debut fuera del país lo hizo en Milán, Italia, para la marca Alberta Ferreti. Luego fue contratada para el Fashion Week París, donde se convirtió en la primera dominicana en cerrar un show de Christian Dior en esa pasarela. Corea y España fueron sus siguientes destinos. Regresa al país y reingresa a su casa Loyola para continuar sus estudios en Ingeniería Industrial y coordinar ambos mundos.
Humilde, sencilla y con los pies bien puestos sobre la tierra, así se muestra Lisnel Sánchez, quien no recuerda con maldad los ataques que recibió en su infancia y tras la pregunta del periodista Julio Pernús de si guarda resentimiento de todos los comentarios negativos que le hicieron, dijo que no, pues es algo que veía como normal entre niños.
Aunque pararse ahí, caminar y mostrar un buen rostro parece fácil, Lisnel reconoce que no. “Ser modelo se ve fácil, pero no lo es… tú tienes que tener dominio de tu cuerpo, de las facciones de tu cara, que un brazo no se mueva más que otro, que tu pasarela se vea limpia. No todo el mundo tiene la facilidad de controlar la forma ni los impulsos que tiene su cuerpo”.
A todas aquellas jóvenes que sueñan con ser modelo, Sánchez les pide no darse por vencidas en la lucha, “si lo sueñan, lo pueden hacer. Los medios están ahí”.
Lisnel es una marca Loyola que no olvida sus raíces y que la fama, según dijo, no se le ha subido a la cabeza.