Un informe emitido este miércoles por Morning Consult reveló que los ‘millennials’ están preocupados por su situación económica y sienten que nunca tendrán las cosas que quieren.
Este demuestra que la percepción de los ‘millennials’ sobre su bienestar financiero es más baja que el promedio nacional en Estados Unidos, según los resultados del informe titulado ‘Estado de la banca y los pagos’.
Según el estudio, del que el medio ruso RT Noticias se hizo eco, estos resultados no son exclusivos del país norteamericano, ya que en todo el mundo, los ‘millennials’ carecen de niveles más bajos.
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Entre los países y regiones estudiadas, solo España y América Latina rompen esta tendencia.
Eso se debe principalmente a las dos recesiones —a las de 2008 y 2020— a las que se enfrentó este grupo de personas nacidas entre la década de 1980 y finales de 1990, mientras que actualmente muchos ‘millennials’ tienen una elevada deuda de préstamos estudiantiles (un promedio de 38.887 dólares por persona) y también tienen un elevado gasto en necesidades cotidianas como el alquiler y la sanidad.
La investigación muestró que los ‘millennials’ también creen que están más «atrasados en sus finanzas». En la encuesta de Morning Consult, se preguntó a los estadounidenses en qué medida les caracterizaban ciertas afirmaciones. Por ejemplo, el 24 % de ellos estuvo siempre de acuerdo con la afirmación «mis finanzas controlan mi vida» y el 22 % indicó que eso les pasa a menudo. Además, el 27% de los encuestados está totalmente de acuerdo con la afirmación «debido a mi situación económica, siento que nunca tendré las cosas que quiero en la vida».
En 2020 esta generación se enfrentó a una segunda recesión mientras siguen lidiando con consecuencias de la recesión anterior, lo que ha provocado una creciente ansiedad sobre su futuro. Aunque la recesión por el covid-19 en EE.UU. fue más corta y la recuperación económica fue más rápida que por la crisis financiera de 2008, no estuvo exenta de consecuencias como pérdidas de empleo y una crisis de vivienda que impidió a muchos ‘millennials’ comprar su primera casa.