Cuidar nuestra alimentación es una preocupación creciente, encontrando en la sostenibilidad y la salud los pilares sobre los que se asienta esta inquietud. Pero el desconocimiento es muchas veces un obstáculo: ¿Te pierdes cuando vas al supermercado? ¿No entiendes las etiquetas nutricionales?
En el nuevo episodio del pódcast “A gusto con la tierra”, Noelia López, nutricionista de Nestlé, se sumerge en este campo para enseñarnos a tomar decisiones conscientes e informadas. Porque, aunque es importante no obsesionarse, revisar las etiquetas de los productos envasados que compramos debería ser una rutina.
¿Por qué se etiquetan los productos envasados?
“Las tablas nutricionales son el medio de comunicación entre los fabricantes del alimento y los consumidores del mismo”, señala la experta.
El etiquetado tiene la función de informar sobre el contenido de los productos ofertados. Se trata de una especificación obligatoria por ley (aunque existen excepciones) e incorpora datos como:
- El aporte nutricional: ¿Qué valor energético tiene?¿Qué aporta?
- Origen: ¿De dónde procede el producto?
- Conservación: ¿Cómo debes conservarlo? ¿Refrigerado, a temperatura ambiente o congelado?
- Ingredientes: ¿Qué se le ha añadido?
- Alérgenos: ¿Existen trazas de frutos secos? ¿Leche? ¿Soja?
Tener en cuenta estos factores será crucial, sobre todo para aquellos que tienen una intolerancia ó alergia alimentaria.
¿Cómo se decide qué información figura en el producto?
¿Sabías que existe un reglamento que regula con toda exactitud lo que debe figurar en el etiquetado? ¡Incluso se dan directrices en el tamaño de letra!
Lea: Pro Consumidor da 120 días para cumplimiento norma etiquetado de alimentos
Así lo explica Noelia López, quien indica que la meta es, entre otras cosas, que todos los vendedores estipulen el verdadero contenido de sus productos. Claro que la información dependerá del tipo de producto, el modo de venta o la presentación del mismo.
“La idea es que podamos acceder a ella sin que resulte complicado encontrarla o leerla”, asegura la nutricionista.
En las etiquetas nutricionales encontramos…
A sabiendas de esto, debemos tener en cuenta con qué nos podemos topar en las etiquetas nutricionales que encontramos en el reverso de los distintos envases. Porque como es lógico, para tomar una decisión consciente, debemos conocer primero:
Denominación del producto
¿Sabes lo que estás comprando?
Esa es la pregunta que contesta esta mención obligatoria y descriptiva. ¿Un queso? ¿Un zumo? ¿Un néctar? La denominación del producto nos ayuda a salir de dudas en este sentido.
Lista de ingredientes
Una lista de ingredientes es otro dato obligatorio en el etiquetado de un producto.
Como consumidores somos más dados a leer este listado, pero lo que desconocemos por norma general es que siguen un orden concreto y existe una razón detrás de todo ello.
La enumeración de los ingredientes se hace en función de la proporción en la que se encuentra en el alimento: es decir, cuánto más arriba en la lista, más cantidad tiene. Esto es de gran ayuda saberlo, sobre todo cuando no contamos con los porcentajes específicos de cada uno de los componentes.
Los ingredientes destacados
¿Y esos ingredientes en mayúsculas, en negrita o en mayúsculas y negrita? ¿Qué son?
Cuando nos encontramos ciertas palabras que destacan sobre los demás, debemos saber que se trata de alérgenos. En total hay 14 diferentes y debes revisarlos siempre en caso de intolerancia o alergia. Y ¡cuidado! puedes encontrar trazas de cualquier alérgeno, por poco relacionado que esté con el producto en sí.
Puede contener trazas de…
Esto se debe a la contaminación cruzada. Porque aunque pase de manera inintencionada y se sigan con rigurosidad las medidas higiénicas, siempre cabe la posibilidad de que en la producción del alimento se escape algo. Es más, ¡un alimento vegano puede llegar a tener trazas de huevo y leche!
Tabla nutricional
Por otra parte, la tabla nutricional es otra de las informaciones que encontramos en las etiquetas. Aquí figura el aporte del alimento, la cantidad de nutrientes por cada 100 gramos de alimento.
Es decir, se estipulan las proporciones de grasas totales y saturadas, proteínas, hidratos de carbono, vitaminas, minerales, sal, el valor energético…
A veces en las tablas nutricionales encontramos subcategorías como
“…de los cuales azúcares”
En este caso, se trata de los azúcares totales, los que se añaden como un ingrediente más del propio alimento. Y es que, debemos saber, que de forma natural encontramos azúcares en los alimentos. Por ejemplo, en el caso de la leche, descubrimos un nombre muy reconocido… la lactosa.
“Por porción”
En otras algunas ocasiones, distinguimos una segunda columna, paralela a la anteriormente referida, en la que se determina la proporción por porción, por redundante que sea.
Y es que normalmente la tabla nutricional encontramos un valor que hace referencia al consumo de 100 gramos/ml del producto. Pero ¿y si la cantidad que corresponde a una ración es distinta?
Aunque no figure siempre (ya que no es obligatorio) es más fácil para el consumidor estudiar qué comprar y qué no cuando se orienta por los valores nutricionales en función de una ración individual.
Pero en resumidas cuentas, todo tiene que aparecer, siguiendo un orden concreto y cumpliendo los requisitos estipulados por la legislación. Aunque, si el especio es reducido, podemos encontrar la información de manera lineal.
¿Qué alimentos están exentos?
La experta de Nestlé explica que no todos los alimentos están obligados a llevar en sus etiquetas nutricionales estas especificaciones.
¡Hay algunos casos en los que las etiquetas nutricionales no son un requerimiento!
Las excepciones son contadas:
- Productos no envasados.
- Sin transformar o curados.
- Con un único ingrediente.
- Como el agua, la sal, las especias.
- Aquellos, que por su tamaño, no cuentan con el espacio necesario para que figure (como las mantequillas individuales).
Lo único que queda es incorporar a nuestra rutina de compra lo aprendido.