A nuestra amiga Mariela Vicini
I/III
En el país existe un gran número de economistas de alta calidad, pero la mayor atención de su análisis y enfoques se centran en la economía dominicana. Debemos recordar que la República Dominicana es una economía abierta y, como tal, los efectos del entorno económico mundial ejercen un gran impacto en la misma. Por ello, en esta serie nos enfocamos en la Europa actual.
El cambio de paradigmas que está envolviendo a la Unión Europea es un reflejo de los límites no resueltos de Europa y de los nuevos poderes mundiales. Cuando una sociedad multicultural, multiétnica se combina con una profunda recesión económica, el descontento social y una capacidad de respuesta por parte de las instituciones que, para muchos, es limitada, arrastra grandes desafíos que coadyuvan a generar cambios drásticos de comportamiento y posicionamiento político-económico.
Estas consideraciones dan inicio al creciente populismo que se refleja en los últimos años en la Europa Occidental. Diversas recetas se han aplicado para combatir las crisis político-económicas que abruma a Europa sin que tengan el resultado deseado, permitiendo una fragmentación política por las medidas de austeridad adoptadas.
La política europea está en constante proceso de cambio y el futuro de la UE es un tema central en muchos debates. Un análisis de resultados electorales de 22 países europeos, durante décadas, elaborado por Bloomberg, revela el crecimiento de los partidos de ultra derecha en los últimos 30 años.
Estos partidos ganaron el 16% en promedio del voto total en las más recientes elecciones parlamentarias, mientras que para al 1997 representaron el 5%. Cabe señalar que Angela Merkel ganó con un 37% las elecciones y no ha podido formar gobierno. Debemos recordar que los países de Europa tienen régimen parlamentarios y requieren del 50% más uno para constituir el gobierno y para la toma de decisiones.
Incluso, en los países donde los ganadores fueron centristas, parte de la población exhiben sentimientos anti inmigración y populistas, lo que se manifiesta por todo el continente.
La salida del Reino Unido (Brexit) fue un ataque mortal para la Unión Europea y puso en relieve temas incómodos para algunos sectores políticos. Más tarde, el aislamiento económico y político de algunas naciones del mundo terminó de poner la nota de incertidumbre que faltaba, al tiempo que la crisis de refugiados y el terrorismo no dan respiro a los defensores de la Unión.
Una posible opción sería la evolución de una “Europa alemana” a una Europa más integrada. Alemania ha jugado un papel de liderazgo en la gestión de la crisis político-económica y social, logrando compenzar las limitaciones en las instituciones supranacionales. Sin embargo, la reciente crisis política Alemana, con su impase parlamentario, podría limitar futuros cambios en la Eurozona. De hecho, los prospectos para una revisión del Euro, ya relegada, se vuelven cada vez más distantes.
Al parecer, para muchos ciudadanos europeos conceptos como supranacional, globalización, fronteras abiertas o mercados abiertos no son del todo aceptados. Y mientras los líderes no terminan de encontrar la respuesta a lo que está aconteciendo, los partidos populistas de extrema derecha aprovechan la crisis y son cada vez más visibles. Desde 2014 varios partidos euroescépticos entraron a la Eurocámara y hoy día ocupan 174 escaños del total de 751, según Nicolai Von Ondarza de la Fundación Wissenschaft und Politik.
En nueve de las 16 elecciones a nivel nacional celebradas en los dos últimos años, los euroescépticos ganaron terreno en Dinamarca, Estonia, Austria, Checoslovaquia, Reino Unido, Letonia, Polonia, Suecia y Eslovaquia. En nueve de los 28 países que integran el bloque gobiernan partidos euroescépticos.
En la próxima entrega trataremos de la composición política de los distintos países de la zona, así como las tendencias que evidencian el creciente populismo de derecha y ultraderecha en algunos países y cómo esto afecta a los demás.