Un grupo de cristianos evangélicos se concentró hoy en las inmediaciones del Palacio Nacional, específicamente en las aceras que bordean las oficinas gubernamentales, para elevar oraciones a Dios ante las revelaciones de catástrofes y otros males que, según aseguran, pudieran llegar a la República Dominicana.
«Estamos aquí por mandato del Señor, por tercera vez. El Señor me manda a tomar tres días de ayuno aquí, de 7 de la mañana a 6 de la tarde. …, porque vienen cosas fuertes para este país. Dios quiere que República Dominicana se vuelva a él», expresó Esther Concepción Pérez, de la iglesia Asamblea de Dios del paraje Los Limones, municipio Sabana Grande de Boyá, provincia Monte Plata.
Consideró que la razón por la cual realizan las oraciones y cánticos de alabanza a Dios en ese escenario, es porque son los que gobiernan el país son quienes pueden comunicarles a la gente, a un pueblo.
«El Señor me decía, dile que son tres días que les pido de humillación, tres días para que el pueblo entienda que si no se arrepiente y vuelve a él, cosas grandes van a pasar», dijo la sierva.
Indicó que día tras días se están viendo situaciones en el país que no sucedía, y citó como ejemplo la explosión de la fábrica de plástico Polyplas, en la que varias personas resultaron muertas; cómo los padres matan a sus hijos y viceversa».
«Pero vendrán también ira de Dios sobre la República Dominicana. Van a venir catástrofes fuertes donde la República Dominicana va a tener que saber quién es Dios. Y que toda lengua tendrá que confesar que Él es el Salvador», enfatizó Concepción, quien dijo están desde ayer y concluirán este domingo a las 6:00 de la tarde, con el único propósito de hacer cumplir la voluntad de Dios.
En una ceremonia similar y con la promesa de dar un contundente mensaje al país, luego de permanecer desde tempranas horas de la mañana hasta las 6:00 de la tarde en ese lugar, Concepción dijo el 13 de julio del año pasado que «El Señor quiere que la República Dominicana se vuelva a él en humillación y arrepentimiento».