El Banco Central publicó abundantes e importantes informaciones sobre la economía a final de 2023, con lo que reveló como se fortaleció el clima de confianza y expectativas en el país, no obstante riesgos e incertidumbre en aumento a nivel internacional, lo que sin duda obedeció a la reconocida y alabada certidumbre de la política interna en nuestro país. Entre los indicadores se destaca la evolución positiva de tres importantes precios macroeconómicos, me refiero a la caída de la inflación interanual, poca depreciación relativa del peso frente al dólar estadounidense y a la ganancia de salario real de los trabajadores. Estos fueron los hechos.
Uno, el Índice de Precio al Consumidor nos trajo la buena noticia de que la inflación interanual desaceleró a 3.57% a final de 2023. En mayo supimos que había logrado converger a su rango meta, siendo República Dominicana uno de los pocos países de América Latina en lograrlo, demostrando con ello que la política monetaria hizo sus deberes.
Otra muy buena noticia, excluyendo alimentos, combustibles y servicios con precios regulados, como la tarifa eléctrica, el transporte, bebidas alcohólicas y tabaco, la inflación (subyacente) del resto de bienes y servicios se situó en 4.32% en 2023. La información que debemos retener es que al situarse la tasa de inflación general bastante por debajo del valor central rango meta de 4.0 % ± 1.0%, y dentro de ella la subyacente, desandan el largo camino de precios altos que tuvo lugar de noviembre 2020 a marzo 2023.
Dos, fortaleza del peso frente al dólar estadounidense, nuestra moneda se devaluó 3.38%, el precio medio de venta de RD$55.66 en diciembre de 2022 pasó a RD$57.54 doce meses. La relativa estabilidad se debió, por un lado, a la rápida y continua desaceleración de los precios, y, por otro lado, al volumen de reservas internacionales acumuladas por el Banco Central, sumaron US$15,457.7 millones a final de 2023, equivalentes a 6 meses de importaciones nacionales, muy por encima de lo sugerido por Organismos Internacionales.
Y tres, sabemos que como consecuencia de la brutal inflación acumulada de 19.2% desde noviembre 2020 a abril de 2023, los salarios perdieron poder de compra, buena parte favoreció los beneficios empresariales y el resto para pagar impuestos.
Contribuyeron con la rápida recuperación del bolsillo de los trabajadores el aumento de 15% del salario mínimo en las empresas grandes, medianas, pequeñas y micro en abril de 2023, y el mencionado descenso de la inflación interanual hasta 3.57% en diciembre 2023, y como resultado, la tasa de aumento del costo medio de la canasta familiar se limitó a la tasa de inflación interanual, pasando de RD$43,210.73 en diciembre de 2022 a RD$44,752.87 en diciembre de 2023.
Termino esta nota citando otra muy buena noticia en 2023, el descenso de los precios se produjo en un escenario de aumento del empleo, en septiembre de 2023 el 94.7% de la población activa estuvo ocupado y 5.3% desocupado.
En términos absoluto, los primeros aumentaron en 222,496 hasta 4,855,631 personas, de septiembre 2022 a septiembre 2023, un incremento elevado, en términos porcentuales supone un crecimiento interanual de 4,8%, superior al del PIB que fue de 3.1% en los mencionados doce meses. Es decir, el crecimiento del PIB real en 2023 fue intensivo en empleo, razón por la que en septiembre 2023 la diferencia entre la población activa y los ocupados dio 274.652 desocupados, 41,364 menos que en septiembre de 2022.