Ex jugador de la NBA y su mujer confiesan asesinato de una mujer

Ex jugador de la NBA y su mujer confiesan asesinato de una mujer

Chance Comanche

El ex jugador de la NBA, Chance Comanche ha sido acusado y detenido por su presunta participación en el asesinato de Marayna Rodgers en Las Vegas a principios de diciembre, según los documentos judiciales a los que han accedido medios norteamericanos.

El jugador de 27 años, conocido por su paso por la NBA con contratos breves en equipos como los Sacramento Kings y los Portland Blazers, y más recientemente miembro de los Stockton Kings de la NBA G League, ha sido implicado junto con su exnovia Sakari Harnden, en un caso de homicidio que está sacudiendo el mundo del deporte.

Puede leer: Los Dodgers llegan a un acuerdo con Yoshinobu Yamamoto por 12 años y 300 millones

Los registros judiciales indican que Comanche y Harnden, de 19 años, habían planificado el asesinato de Rodgers a través de una serie de mensajes de texto, algunos incluyendo emojis de una pistola, un fantasma y un ataúd. Los Angeles Times informó sobre un mensaje en particular enviado por Comanche a Harnden el 4 de diciembre, que decía: “Si consigues un trozo de cuerda pequeño y grueso o algo resistente, puedo hacerlo desde el asiento trasero. Como lo hacen los asesinos en las películas”.

De acuerdo con el expediente, Harnden engañó a Rodgers la noche del asesinato, haciéndola creer que Comanche deseaba realizar prácticas sexuales extremas con ambas mujeres y que quería ofrecerle mil dólares para cumplir con uno de sus fetiches. Rodgers aceptó ser atada por Harnden en el Mercedes-Benz de esta, según los documentos del caso.

Mientras estaba atada en el asiento delantero, Comanche estranguló a Rodgers desde atrás con un cable HDMI, mientras que su pareja la ejerció presión en el cuello con sus manos, de acuerdo con la misma fuente. El informe se hizo eco de la escena describiendo como, “Chance hizo referencia al líquido que salía de la boca de Marayna, lo que les hizo creer que Marayna estaba muerta”.

Los documentos judiciales también señalaron que, tras cometer el asesinato, Comanche y Harnden abandonaron el cuerpo de Rodgers en una zanja, cubriéndolo con piedras. Al día siguiente, el basquetbolista se reintegró con su equipo y viajó al aeropuerto.