Freddy Piantini Colón dice que estos planes no pudieron efectuarse debido a la intervención de diversos organismos internacionales
El 27 de abril de 1963, durante el gobierno constitucional de Juan Bosch a dos meses de asumir el poder, se desató una crisis diplomática entre República Dominicana y Haití debido a que fue rodeada militarmente la Embajada Dominicana en Puerto Príncipe y la presencia de diversos miembros del Voluntariado de la Seguridad Nacional, conocidos como los Tonton-Macoute.
Aquel día, cuando el Dr. Frank Bobadilla Rejincos, quien se desempeñaba como encargado de negocios de la República Dominicana en Haití, llegaba a la embajada en horas de la mañana, fue interceptado por soldados haitianos que armados con fusiles registraron las instalaciones a pesar de las objeciones recibidas.
Posteriormente, los soldados salieron de la embajada, pero se mantuvieron rodeando sus terrenos, atrincherándose en los jardines y subiendo a los árboles que se encontraban al rededor.
Horas más tarde, Bosch se dirigió al pueblo mediante un discurso pronunciado desde el Palacio Nacional, en el que dijo:
“Hemos sido insultados sin haber provocado nosotros el insulto; se ha invadido nuestra embajada con fuerzas armadas haitianas, lo cual equivale a una invasión a nuestro país y es una ofensa imperdonable a nuestra dignidad. Se nos ha faltado el respeto y las naciones pequeñas que permiten eso, no son dignas de ser naciones, porque lo único que puede mantenernos como país soberano es la decisión de hacernos respetar de los pequeños y de los grandes, de los que pretendan abusar de su debilidad y de los que pretendan abusar de su fuerza. La dignidad dominicana ha sido ultrajada en Haití de manera indignante. Y no estamos dispuestos a tolerar esa situación y no la toleraremos por ningún motivo”.
A su vez, Abraham Jaar, quien se desempeñaba como ministro de la presidencia en aquel momento, manifestó que si los soldados haitianos no se retiraban de la embajada en un plazo de 24 horas el gobierno dominicano tomaría medidas al respecto.
Sin embargo, las autoridades del vecino país hicieron caso omiso a la petición del gobierno dominicano, por lo que se procedió a movilizar al ejército dominicano a la frontera.
En una entrevista para el programa «Revista Dominical Dejando Huellas», producido por Onorio Montás y transmitido por CDNRadio, Freddy Piantini Colón, comandante del Unidad de Blindados del Palacio Nacional, detalló cómo ocurrieron los hechos.
Explicó que se procedió a realizar una movilización comandada por “tres poderosas unidades” en Jimaní, Elías Piña y Dajabón que debían penetrar en Haití y avanzar hasta Puerto Príncipe.
Debido a su cercanía, la fuerza de Jimaní debía llegar primero a su destino. Esta unidad, estuvo comandada por el coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, comandante del batallón Francisco del Rosario Sánchez, que era la principal unidad de combate y quien pidió mediante un telegrama, que se le enviara un batallón con un oficial calificado para trabajar con poca atención del coronel.
Se recibió el siguiente telegrama:
“Atención. Urgente.
“Solicitamos un pelotón de tanques AMX comandado por un oficial al que no tenga que explicarle sus funciones porque no tengo tiempo. Firmado: Rafael Tomás Fernández Domínguez, teniente coronel E.N.”
Piantini Colón, que para ese momento tenía apenas 24 años, fue designado para comandar esa unidad, que se transportó en una barcaza de la Marina de Guerra.
La unidad estaba reforzada por un escalón de mantenimiento comandado por el teniente Marino Almánzar y mecánicos con piezas de repuesto. Además, había camiones con repuestos para los tanques y combustibles.
“Íbamos preparados para poder hacer una penetración de varios días si era necesario”, declaró.
Piantini Colón relató que los planes del ejército dominicano iniciaban con la destrucción y el posterior incendio del puesto haitiano Malpaso, que quedaría a su cargo.
A su vez, aviones de la fuerza aérea tenían la misión de ametrallar y bombardear los principales objetivos militares de Haití para luego tomar posesión del aeropuerto en una acción del cuerpo de paracaidistas.
Una vez ocurrido esto, comenzarían a llegar aviones de transporte provenientes del país a territorio haitiano, repletos de tropas que se dirigirían al Palacio Nacional.
Sin embargo, estos planes no pudieron efectuarse debido a la intervención de diversos organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de los Estados Americanos (OEA).
“Nosotros mantuvimos una alerta roja 48 horas prácticamente, estábamos preparados para hacer la penetración al palacio, pero se detuvo ahí” comentó.
Dijo que permanecieron en la frontera con Haití durante 17 días hasta que ordenaron la retirada de las tropas pues además de defender la soberanía de la embajada, tenían la intención de derrocar a François Duvalier, presidente haitiano e instaurar un nuevo gobierno.
“Una de las noches que estuvimos preparados esperando la orden, alguien que sabía un poco de creol puso una emisora haitiana y nos dijo que estaba alertando al pueblo sobre una posible invasión dominicana”, afirmó.
Consideró que de no haberse interrumpido la orden, se hubiera producido un levantamiento entre ambas naciones.
“El respaldo al presidente Bosch por parte de los militares jóvenes nace precisamente en esos acontecimientos ocurridos con Haití”, explicó.
Recordó que cinco meses después el presidente Constitucional caía derrocado en una conspiración que era un secreto a voces y que además Bosch había despreciado el apoyo de un gran sector de todas las armas de las fuerzas armadas principalmente de los jóvenes oficiales de academia que consideraban que debía cumplir el periodo para el cual fue electo en las elecciones del 20 de diciembre de 1961. Desde que se detectó la conspiración de la Iglesia católica, grupos militares y el empresariado dominicano de inmediato se comenzó a estructurar un movimiento de apoyo a la institucionalidad, pero que el mismo presidente se encargó de desautorizarlo y ordenó a través del Jefe del Cuerpo de Ayudantes Militares, Coronel Julio Amado Calderón Fernández, que no intentaran enfrentar a los golpistas dice Piantini Colón con menos de 25 años cuando vio entrar al Palacio Nacional a los golpistas encabezados por generales como Imbert Barreras y otros oficiales generales confiesa, que ¨lloré como un niño de la impotencia ante la actitud del presidente ¨.