El Museo Faro a Colón conmemoró ayer el 524 aniversario del Descubrimiento de América, en que el viceministro de Patrimonio Cultural Federico Henríquez Gratereaux, sugirió el rescate del monumento para que se convierta en uno de los principales atractivos turístico y cultural de Santo Domingo.
Manifestó que el Faro a Colón está llamado a convertirse en el Museo Cultural más importante de Las Antillas, pero para ello es necesario abandonar arraigados prejuicios y conseguir los recursos imprescindibles para invertir en museografía, jardinería y servicios al público.
Consideró que en vez de llamarle obra faraónica, al monumento hay que definirlo como faro único, ya que es una edificación única en el mundo.
Dijo que en 1927 la Unión Panamericana convocó a un concurso internacional para el diseño del monumento, en la que participaron 44 naciones y 445 arquitectos, pero quien gano fue el inglés J. L. Gleave, pero el veredicto del jurado fue conocido en 1931.
Pero la construcción de la base comenzó en 1948, los trabajos fueron continuados en 1987 y concluyeron en 1992, mausoleo que contiene otro construido al cumplirse cuatro siglos del descubrimiento de América, traslada pieza por pieza de la Catedral de Santo Domingo al nuevo Faro a Colón.
Destaca que el Faro alberga 48 pabellones particulares que pertenecen a diversas naciones de América, Asia y Europa, y el Papa Juan Pablo II estuvo en el lugar en 1992 y su vestidura sacerdotal se conserva como parte de la historia, lo mismo que el vehículo en que se trasladó durante su visita a la República Dominicana.
Indicó que en el Faro a Colón puede mostrarse el fenómeno del mestizaje en cada República americana, pero además convertirse en centro de excursiones.
Señaló que luz, limpieza y vigilancia, son inexcusables, y la posesión de los restos del almirante ayudaría muchos a incrementar el turismo.
Destacó la riqueza de la cultura iberoamericana y los aportes a la lengua española de las diferentes razas que confluyeron en la isla a raíz de la llegada del almirante Cristóbal Colón en 1492.