Miami.- Un juez federal de Miami dictaminó que la compañía de cruceros Royal Caribbean no es responsable de la muerte de una niña de 18 meses que se le cayó de los brazos a su abuelo desde uno de sus barcos atracado en el puerto de San Juan, en Puerto Rico.
El fallo del juez Donald L. Graham responsabilizó únicamente al abuelo de la pequeña Chloe Wiegand, Salvatore Anello, en el fallo de una demanda presentada por la familia de la niña contra la compañía con el argumento de que el barco desde el que cayó al muelle no cumplía con las normas de seguridad establecidas.
Previamente Anello había sido condenado a tres años de libertad condicional tras declararse culpable de homicidio por negligencia, en un juicio que no tiene que ver con la demanda.
Los abogados de los demandantes anunciaron inmediatamente que apelarán, según informó el canal local de la cadena CBS.
El accidente ocurrió en julio de 2019 en el barco “Freedom of the Seas”, cuando el abuelo y su nieta estaban frente a una ventana abierta en el piso número 11 y él la levantó y le puso los pies sobre el pasamanos.
Royal Caribbean “no tenía obligación de advertir a los pasajeros de los peligros de actuar así”, determinó el juez del Distrito Sur de Florida en su fallo.
Anello había testificado que levantó a Chloe y le colocó los pies sobre un pasamanos de madera y no sintió ningún vidrio cuando extendió la mano para tocar la ventana, según el fallo.
Las imágenes de video del crucero muestran al abuelo inclinado sobre el pasamanos mientras la ventana estaba abierta antes de que alzara a la niña, escribió Graham en el fallo.
“A pesar de no sentir ningún vidrio frente a él, y sin confirmar que la ventana estaba cerrada, el Sr. Anello levantó a la difunta más allá de la barandilla de madera y extendió su cuerpo más cerca de la abertura de la ventana, exponiéndola a la ventana abierta y al muelle debajo donde finalmente cayó y murió”, dice el fallo.
El juez declaró que “una persona razonable haciendo uso de sus sentidos habría entendido los peligros asociados a la conducta del Sr. Anello».
El abogado Michael Winkleman, que representa a la familia de la niña, anunció que apelarán y opinó que este asunto debería decidirlo un jurado y que confían en que así lo dictamine la Corte de Apelaciones.