WASHINGTON. AP. Barack Obama mantiene una estrecha ventaja en muchas encuestas. Pero, ¨se puede confiar en esas cifras?
Una cuestión central acerca de raza y política no ha cambiado desde 1982: ¨Mienten los electores blancos a encuestadores e incluso a sí mismos acerca de su disposición a votar por un candidato negro?
En el pasado, el consenso era claramente que sí. Hoy, sin embargo, existe un amplio desacuerdo sobre si Obama está sujeto al dilema conocido como el Efecto Bradley o Efecto Wilder, sobre si en la intimidad del recinto de votación, los blancos van a votar por el primer candidato negro con posibilidades reales de llegar a la presidencia. Dado que los sondeos pueden tener problemas para descubrir la verdad acerca de muchas cosas, aparte de la raza, además de los enormes cambios demográficos, culturales, y tecnológicos, esta pregunta contribuye a generar a un aire de incertidumbre casi sin precedentes en los sondeos de este año.
En 1989, L. Douglas Wilder llevaba hasta 15 puntos de ventaja en los días antes de los comicios para gobernador en Virginia, pero ganó el puesto apenas por 6,700 votos. David Dinkins tuvo una experiencia similar ese año cuando se convirtió en el primer alcalde negro en NY. Y el fenómeno fue notado por primera vez en 1982, cuando Tom Bradley sufrió una derrota en la contienda por gobernador de California, luego que los sondeos a boca de urna indicaban que él había ganado. ¨La razón de esas disparidades? Un número significativo de blancos no admitió que el factor racial desempeñó un papel en su decisión de voto.