A 19 días de la muerte del joven Gregory Mena Montero, ultimado de un disparo en la cabeza por miembros de una patrulla policial, sus familiares denuncian negligencia en la investigación del caso y presunto encubrimiento de las autoridades.
Más de dos semanas después de la muerte, su familia sigue sin respuesta.
Roberto De Oleo, tío del joven de 28 años, aseguró que, a pesar del tiempo transcurrido, la familia no ha recibido ningún detalle sobre las investigaciones.
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“Lamentamos de manera profunda que las autoridades se hayan vuelto cómplices de este crimen al no actuar con la diligencia que merece”, exclamó.
Denunció que la acción brutal del disparo a la cabeza con el que un oficial de la Policía Nacional cegó la vida de su sobrino, no ha llegado a manos de la justicia.
En un documento manifestaron que les preocupa que la presunta negligencia, en realidad sea un encubrimiento.
Según la uniformada, la persecución policial a Mena fue debida a un atropellamiento a un motociclista y posterior fuga. Pero sus parientes sugieren que el homicidio pudo tratarse de un ajuste de cuentas por motivos pasionales.
Reclaman acctuar ante la muerte del joven, que deja dos niños de apenas tres y un año de edad en la orfandad. Piden la intervención de la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, y del director policial, mayior general Ramón Guzmán Peralta, para que no quede impune.
La familia exige justicia y transparencia en el proceso, mientras claman por el esclarecimiento del caso y la identificación de los culpables.
“No vamos a descansar hasta que haya justicia por Gregory”, sostuvieron.