El FBI tiene el punto de mira puesto en Puerto Rico, donde dimisiones, investigaciones a nivel federal y acusaciones por presunta corrupción de miembros del Ejecutivo generan incertidumbre que ha llegado a Washington.
La sombra de la corrupción sobrevolando la isla provocó que el director local del Negociado de Investigaciones Federales (FBI), Douglas Leff, se pronunciara en declaraciones divulgadas ayer para asegurar que Puerto Rico vive un momento crítico por la corrupción gubernamental. Leff informó que las investigaciones están relacionadas con el lavado de dinero y el tráfico de influencias en la concesión de contratos con agencias públicas en la isla, un Estado libre asociado a EE.UU. “Hemos recibido información amplia sobre contratos de los que no sirven al pueblo y probablemente sí a los intereses de otras personas, por lo que estamos indagando”, subrayó Leff. Dijo que se han adjudicado contratos millonarios a empresarios que obtuvieron más dinero del que era necesario.