Piden. Paz y protección para los dominicanos en el recorrido de varios kilómetros por Ciudad Colonial

Personas de diversas partes del país daban gracias por milagros concedidos en salud y pedida de ayuda a conseguir empleos

Con cánticos y alabanzas cientos de feligreses recorrieron ayer en la tarde varias calles de la Ciudad Colonial en la tradicional procesión por el Día de Nuestra Señora de las Mercedes, cuya imagen tocaban pidiendo salud, sanación, paz, seguridad, empleo y bienestar.

La procesión la encabezó el padre rector del templo Las Mercedes, Frankelis Rodríguez, seguido por fray Jorge Jiménez y representantes de organizaciones religiosas y comunitarias, entre estas la Orden de Martha y San Francisco de Así.

Inició pasadas las 5:00 de la tarde en el templo Nuestra Señora de Las Mercedes en la calle del mismo nombre, tras una misa.

El paso con la imagen de la virgen de Las Mercedes lo precedían las bandas de música de la Armada Dominicana y representantes de la Guardia Presidencial, del Ejército y de la Policía Turística, supervisadas por el coronel José Armando Brito.

Siguieron por la Palo Hincado, haciendo una parada en la calle El Conde, frente el Altar de la Patria, donde oraron por la paz, el progreso, una mejor distribución de las riquezas y por el bienestar del pueblo dominicano.

Siguió por la calle Padre Billini y la Hostos. En la iglesia Regina Angelorum hicieron un homenaje a la virgen de Las Mercedes y luego en la parroquia La Altagracia se entregó un ramo de flores en ocasión del Centenario de Nuestra Señora de la Altagracia.

“El 24 de septiembre es el día de todos los dominicanos, pues honramos a la Virgen de Las Mercedes, cuyo nombre nos dice Merced, la que rompe las cadenas, la que rompe los obstáculos, la que siempre está intercediendo por el pueblo dominicano, sabiendo que ella es la patrona y, como patrona siempre está cuidándonos”, expresó el padre Rodríguez.

Residentes en la Ciudad Colonial rendían honores a la virgen a su paso por las diferentes calles.

1740
Su culto se celebraba por el aniversario del terremoto ocurrido el 8/9/1615 en La Española, muriendo 24 personas. En 1740 la festividad se cambió al 24 de septiembre.