Como parte de la tradición dominicana, decenas de personas que asistieron ayer a la iglesia realizar sus peticiones a la virgen
La Iglesia Nuestra Señora de las Mercedes de la Zona Colonial fue ayer el epicentro de la fe y la devoción este martes, al celebrar una misa solemne en conmemoración al Día de la Virgen de las Mercedes, patrona espiritual y símbolo de fe en el país.
En la eucaristía, presidida por el padre Pedro Abad, fue predicada la historia de Lázaro, a través de la que se resaltó la importancia de mantener la fe en todos los momentos, en especial ante las situaciones adversas.
A la misa se dieron cita cientos de feligreses procedentes de distintos territorios del país, quienes asistieron con una gran esperanza de que la virgen les conceda sus peticiones.
El ambiente dentro de la iglesia era sobrecogedor: las bancas se encontraban llenas y los pasillos estaban abarrotados de personas, mientras que algunos observaban desde la puerta. El templo estaba decorado con flores y el altar de la virgen se iluminaba con las velas que los fieles creyentes las iban colocando a medida que le hacían sus solicitudes.
Aunque las historias de los asistentes consultados eran diversas, los testimonos demostraron que las peticiaciones a la virgen convergen, en su mayoría, alrededor de un mismo punto: salud y protección para sus familias.
“Yo vivo en la carretera de Mendoza, yo vengo todos los años y le pido a la virgen que me de mi salud, que estoy sufriendo de vértigo. Pido por mis familiares y mis hijos, para que me los defienda en la calle. Yo creo mucho en ella”, expresó Milagros Pichardo, con infinita devoción.
“Yo vengo a visitar a la virgen, que es la patrona. Todos los años yo vengo y yo vengo a pedir por mi salud y la salud de mis hijos”, comentó otra de las fieles identificada como Jenny Germosén.
Asimismo, María del Carmen Pérez, otra de las fieles que acudió al templo, aseguró que las veces que ha pedido favores a la virgen ella se los ha concedido y confesó haberle encargado uno más en esta ocasión. “Mucha unión en todos nosotros, que no hay unión, comprensión y que nos ayude”, indicó.
Por otro lado, la misa por el Día de las Mercedes no solo atrajo a los devotos, sino, también reunió a los más diversos comerciantes, quienes aprovecharon el movimiento en la zona para vender agua, velones, imágenes de la Virgen de las Mercedes, rosarios, pulseras, lleveros y libritos, entre otros artículos religiosos.
Igualmente, se dieron cita algunos limosneros, quienes extendían sus manos con el rostro lleno de necesidad, en espera de la generosidad y la ayuda de los que entraban y salían de la iglesia.