Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2024, en homenaje a: Mateo Morrison: 58 años de poesía y promoción cultural

Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2024, en homenaje a: Mateo Morrison: 58 años de poesía y promoción cultural

Mateo Morrison, (14 de abril de 1946, Santo Domingo, República Dominicana), Premio Nacional de Literatura 2010, es una figura prominente en la poesía contemporánea dominicana. Considerado uno de los poetas de Postguerra o de la Joven poesía, Mateo produce la poesía como un proyecto de vida profundamente arraigado en las raíces de la Patria, con mayúscula. Sus versos resuenan en el corazón del pueblo, capturando la cotidianidad de los días con la sencillez del lenguaje y el rayo luminoso de sus imágenes certeras.

Los organizadores de la Feria Internacional del Libro Santo Domingo (FILSD 2024), del 7 al 17 de noviembre, en la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte, han dedicado este evento al notable poeta dominicano Mateo Morrison, reconociendo su compromiso como el mayor promotor cultural del país. Recordaremos algunas de sus acciones en favor de la poesía y de la cultura dominicanas.

Dos años después de la Revolución Constitucionalista de 1965, el 21 de mayo de 1967, Morrison, junto con otros jóvenes principiantes poetas, entre otros: Alexis Gómez Rosa, Enrique Eusebio, Soledad Álvarez y Rafael Abreu Mejía, todos residentes en la parte oriental de Santo Domingo, crearon el grupo «La Antorcha» con el propósito de difundir la cultura. Ninguno de ellos había publicado sus obras previamente. Morrison, particularmente, estaba políticamente comprometido con la izquierda revolucionaria, y se reflejaría en su poesía inicial.

Ese compromiso de la poesía de Mateo sería ser una angustia existencial cuestionadora del momento político de la llamada dictadura autocrática de los doce años de Joaquín Balaguer, después de la segunda intervención norteamericana el 28 de abril de 1965.

Mateo Morrison se convirtió en el promotor por excelencia de las jóvenes generaciones de poetas y cuentistas desde los años setenta. Su mayor aporte fue la creación, en 1979, del Taller Literario «César Vallejo» en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), un espacio del que han surgido poetas que, tras más de cuatro décadas, siguen siendo una influencia significativa en la literatura dominicana contemporánea.

De ese taller emergieron poetas de la talla de José Mármol, Tomás Castro Burdiez, Ylonka Nacidit Perdomo, Plinio Chahín, Martha Rivera, Basilio Belliard, Rafael Hilario Medina, Médar Serrata, Víctor de Frías, César Zapata, Reynaldo Disla, Dionisio de Jesús, Aurora Arias y Adrián Javier, entre otros. Plinio Chahín, en su artículo “La poesía de los ’80 y el Taller Literario ‘César Vallejo’”, destaca que la mayoría de estos poetas asumen “un fuerte compromiso con el lenguaje, en consonancia con el movimiento general de las tendencias artísticas de la época”. También añade que estos poetas adoptaron “una estética reflexiva, con un lenguaje que roza lo filosófico: explorando recursos literarios, simbólicos y lingüísticos vinculados al pensamiento presocrático y moderno” (Periódico Acento digital, 10/09/2019).

En una alusión a los poetas de posguerra, a la Joven Poesía y los autores de la década del ’70, Plinio resalta que “el compromiso político se hizo más laxo; la exigencia de reflejar la realidad nacional y mundial fue menos estricta. Posiblemente sin encontrarlo del todo, el discurso poético de la Generación del ’80 evidenció el intento de llegar a un acento más personal”.

En los poetas del Taller Literario «César Vallejo», como Plinio Chahín, de sólida formación teórica, se aplica a Mateo, en cierta medida, el mito de Saturno que, tras derrocar a su padre, Saturno obtuvo de su hermano mayor Titán el favor de reinar en su lugar.

Sin embargo, opino que las críticas y el tiempo influyeron positivamente en las generaciones de los años ’60 y ’70, y que Mateo Morrison en lugar de ser derrocado se reinventó. Con el paso de los años y en el nuevo siglo, su poesía se ha enriquecido en cantidad y calidad.

Mateo Morrison, a diferencia de otros poetas de su generación y de las generaciones subsiguientes, es el poeta de la humildad, el de la palmada en la espalda y el estímulo a los nuevos talentos. Probablemente, solo Manuel Mora Serrano lo superó en aquellos años difíciles, cuando la poesía se evaluaba principalmente por aquellos de la «capital», dejando a los provincianos y aldeanos en segundo plano.

Al observar la poesía de Morrison, encontramos que se sustenta en un notable dominio estético, fundado en la sencillez del lenguaje. La metáfora, la musicalidad y otros recursos literarios se emplean con evidente maestría, creando una armonía sonora y rítmica que resuena profundamente en quien lee un poema.

Pisando de cerca los 80 años de frutífera existencia, fuerte, robusto y con esa sonrisa eterna, Mateo Morrison es un poeta que lo ha vivido y escrito todo: poesía social y política, cronista de las luchas estudiantiles, obreras y las consignas contra el balaguerato, pero también es el poeta del amor y la introspección, que explora la condición humana en la diversidad.

Nada dominicano le es ajeno ni vergonzoso a su poesía. La Guerra de Abril, el Frente Democrático Anticomunista y Antiterrorista, conocido como La Banda Colorá, y las muertes de tantos jóvenes de la izquierda y del pueblo son hechos imborrables que alguna vez fueron materia poética de Mateo, quien nunca ha renegado de ellos.

La crítica literaria ha señalado que, para entender la poética de Morrison, es esencial indagar en sus primeros poemas, escritos en el contexto de su vida en los barrios de Villa Duarte y La Cruz de Mendoza en Santo Domingo Este. Estos primeros trabajos reflejan su entorno y experiencias personales, que luego evolucionan en una voz poética madura y reflexiva.

Su poesía es un acto de alta expresividad poética, donde cada palabra y cada verso están cuidadosamente seleccionados para transmitir asombro, sorpresa y belleza. Este enfoque en la expresividad y la estética es lo que distingue su obra y la hace resonar con tanta fuerza en sus lectores.
Además de su prolífica labor como poeta, Mateo Morrison ha sido un incansable promotor de la cultura y la literatura en la República Dominicana. Su liderazgo en el Taller Literario «César Vallejo» de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y su trabajo en el suplemento «Aquí» del periódico La Noticia, son claros testimonios de su compromiso con la promoción de las letras y la cultura en su país.

En resumen, la poesía de Mateo Morrison es una amalgama de compromiso social, exploración personal y maestría estética. Su obra no solo refleja su entorno y vivencias, sino que también invita a los lectores a reflexionar sobre la condición humana y la belleza del lenguaje poético. Su legado como poeta y promotor cultural sigue siendo una influencia significativa en la literatura dominicana contemporánea que se reflejará positivamente en esta la Feria Internacional del Libro Santo Domingo (FILSD 2024).

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