Ferrán señala tres puntos pendientes en lazos RD-Haití

Ferrán señala tres puntos pendientes en lazos   RD-Haití

Frontera dominico haitiana.

Fernando Ferrán, profesor-investigador del Centro de Estudios Económicos y Sociales P. Alemán y coordinador de su Unidad de Estudios Haitianos, PUCMM, consideró que ante las diferencias sociopolíticas entre República Dominicana y Haití existen obligaciones pendientes sobre ambas naciones.

Una de ellas es que desde el lado haitiano se debe acometer con urgencia el encauzamiento de sus instituciones y su apropiado ordenamiento estatal a los fines de hacer valer su razón de ser en un horizonte de cosas más expuesto a la colaboración e interdependencia de los actores internos y de Haití como nación con la comunidad internacional.

Mientras desde la perspectiva dominicana hacer prevalecer ante todo la imposibilidad de cualquier asomo de fusión dominico-haitiana.

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Ferrán señala que es menester desmontar con eficiencia y energía el tráfico ilícito de personas y de mercancías por la frontera lo cual requiere la férrea determinación -amparada siempre por el mandato de la ley- para cerrarle el paso a cuanta corruptela, impunidad y artimañas ilegales e ilegítimas ampare el comercio masivo e indiscriminado de mercancías y, sobre todo, de haitianos en condiciones de irregularidad hacia el territorio nacional.

“Es imprescindible planificar y regular el mercado laboral, léase bien: el dominicano. De modo que ni este lado se amuralle y prohíba a cal y canto la migración laboral hacia el lado oriental de la isla, ni siga siendo el centenario hacerse la vista gorda el que bautice la infinidad de violaciones y la irregularidad flagrante en el concurrido mercado”, señala Ferrán en el artículo “Las repúblicas dominicana y haitiana cara a cara: una aproximación”.

Plantea tres escenarios previsibles en las relaciones dominico-haitianas: el primero es aislarse respectivamente el uno del otro, al punto de cesar contactos de toda índole, lo cual implicaría no soportar relaciones entre ellos, además del establecimiento “de una frontera terrestre tan imponente” como la maravillosa muralla china.

El segundo instigar, minusvalorar, despreciar o recelar al otro con recíproco desdén, encono, resentimiento y hostilidad, sin perder ocasión para fomentar desavenencias, herir y contrariarse cada vez más..