Festival de las Flores: Su impacto cultural, ecológico y económico

Festival de las Flores: Su impacto cultural, ecológico y económico

Samuel Luna

Detrás de cada obra existe un maestro o una maestra, detrás de cada evento existen coordinadores,
y detrás del Festival de las Flores de Jarabacoa existe un binomio lleno de pasión y visión, nos referimos a la señora Eunice Marmolejos y a su hija Alba Iris Rodríguez Marmolejos; dentro de este reconocimiento, sumamos a un sector empresarial que se ha sumado a dicho festival.

Existen otros que operan de forma voluntaria y durante todo el año. Además, no podemos dejar de mencionar el apoyo de la alcaldía y sus regidores en esta actividad. Y claro está, a la familia extendida de doña Eunice Marmolejos y su hija Alba Iris. Todos ellos crean un espacio cultural y eco turístico que genera una riqueza que suma positivamente todas las esferas y el alma de nuestro país.

Expresamos que nuestro país recibe beneficios, porque ya el Festival de las Flores ha trascendido los 667 kilómetros cuadrados que mide el municipio de Jarabacoa. Gracias a la visión y a la pasión de la familia Marmolejos, el festival ha generado una movilización centrípeta, personas de todos los lugares son atraídos por las riquezas que ofrece dicho evento.

El Festival de las Flores inició hace 15 años, en el año 2009; es una fiesta educativa no sólo de Jarabacoa, también del pueblo dominicano y de muchos extranjeros. Esto nos deja una lección, que los eventos y procesos municipales, se pueden convertir en eventos nacionales e internacionales si lo hacemos con excelencia y planificación; dejando beneficios financieros, culturales y educativos para todos los sectores de la sociedad dominicana.

Como escritor y pensador no es mi costumbre promover “eventos” sin esencia y sin propósito; en el caso del Festival de las Flores, se ha convertido en un “proceso” que genera bienestar a las familias dominicanas. Es un proceso porque la Reina de las Flores y las embajadoras de Medio Ambiente y Cultura, están enfocadas los 365 días del año para lograr las metas y objetivos para los que fueron seleccionadas.

Nuestro deseo es que este evento no sólo se mantenga, pero también que crezca de forma integral. Todo inicia con un sueño, con una idea, y la señora Eunice soñó con este tipo de festival, hoy no es un sueño, es una realidad. Las buenas ideas generan sinergia, y la sinergia con propósito generan riquezas colectivas.

El sueño de Eunice Marmolejos, quien anhelaba que el hombre y mujer de montaña, le impregnaran valor a su identidad, y a los frutos de sus cultivos, para que a la vez constituyera una oportunidad de desarrollo sostenible. Yo felicito a la familia Marmolejos, a la fundación que ellas encabezan, y a cada voluntario por materializar este sueño que hoy nos está dejando un legado. La idea en este escrito es apoyar los sueños, el orden y la educación como proceso y no sólo como un evento efímero.

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