Se trata de un acontecimiento extremadamente raro, y los numerosos visitantes sólo disponen de unos días para admirar el espectáculo. Un aro gigante o, en la clasificación científica, Amorphophallus titanum -literalmente «falo amorfo titánico»-, acaba de florecer por primera vez en 30 años en el Jardín Botánico de Villers-lès-Nancy, cerca de la ciudad de Nancy, en el noreste de Francia. Mide 1 metro 95 y pesa 33 kilos.
Olor a carne podrida
Esta especie es originaria de las selvas tropicales de Sumatra, en Indonesia, y además de su extraordinario tamaño, posee otra característica que la hace única: desprende un fétido olor a carne podrida, por lo que se denomina también «flor cadáver», bunga bangkai en indonesio.
«Imita el color y, sobre todo, el olor de la carne en descomposición para atraer a sus polinizadores, escarabajos que se alimentan de excrementos y carne», detalla Frédéric Pautz, el director del Jardín Botánico, en el diario Libération.
Una planta sensible
Durante cinco años, un equipo especializado se encargó de cuidar la planta, que es muy difícil de cultivar y mantener: «Tiene un bulbo muy sensible. Si lo riegas demasiado, se pudre. Si no utilizas suficiente abono, no crece», explica Pautz. Regada y nebulizada con regularidad, la planta se mantuvo en un invernadero a una temperatura constante de 27 grados para proporcionarle las condiciones óptimas para florecer.
A pesar de su fuerte olor, se espera que la flor atraiga a miles de visitantes. «Llegué el lunes por la tarde, ya he venido a verla varias veces y volveré hasta que se desflore», asegura en la radio Europe 1 Cyril, un botánico que ha viajado desde su casa en la región parisina para asistir al evento que califica de «excepcional».
Comenzó a florecer el martes y sólo durará «tres días, hasta el viernes aproximadamente», según Pautz, que concluye: «Y quizá tengamos que esperar 20 años para volver a ver florecer esta planta».
Hasta la fecha, sólo han florecido otros cuatro ejemplares en Francia. Es una planta en peligro de extinción, de la que sólo quedan 4.000 ejemplares en el mundo.