La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, alertó este jueves de que existe una preocupación por “la agitación civil” en países como Brasil o Perú, que podría llevar a una desaceleración económica de la región.
“Existe preocupación por los acontecimientos en los frentes de agitación civil. Lo que hemos visto en América Latina durante el último año es un cambio político bastante significativo y está impulsado por factores económicos subyacentes en América Latina. Está por verse si esto lleva a una mayor desaceleración”, apuntó en un encuentro con un grupo de periodistas.
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Según el último informe del FMI sobre las Perspectivas Económicas Mundiales, que se revisarán a finales de este mes, la región crecerá solo el 1,7 % este año, aunque casi todos los países -salvo Chile- se salvarán de la recesión.
No entra por tanto la región en las proyecciones del organismo que alertan de que este año un tercio de la economía mundial entrará en recesión.
“Lo que es realmente decepcionante es que América Latina tiene un potencial tan grande para crecer (…) Es una historia de potencial infrautilizado”, añadió.
Sin embargo, Georgieva mencionó que hay que observar de cerca las consecuencias que podrían tener los disturbios civiles.
“Lo que vemos a principios de año es que la cohesión social no está garantizada y vemos malestar social por diferentes razones -añadió-. Es solo 12 de enero y tenemos a Brasil, Perú, Bolivia, Colombia, el Reino Unido… todos por diferentes razones, pero con claras tensiones sociales».
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“Lo que eso signifique en el futuro es, por supuesto, demasiado pronto para decirlo, pero creo que debemos observarlo”, dijo.
La directora gerente del organismo auguró un año complicado para la economía mundial y, puesto que el trabajo de los bancos centrales “aún no está hecho” y “tendrán que seguir presionando para lograr la estabilidad de precios”, todavía no se han visto las consecuencias reales en el mercado de trabajo, que podrían hacer aumentar las tensiones.