Japón. — Los rescatistas buscaban hoy a las docenas de personas que siguen desaparecidas en el suroeste de Japón tras las fuertes lluvias. Los impactados residentes regresaron a sus enlodadas viviendas sin saber bien por dónde empezar las tareas de recuperación y limpieza dada la magnitud de los daños causados por las inundaciones y los deslaves.
Más de un centenar de personas están confirmadas o presuntamente muertas y al menos 80 más se encuentran desaparecidas, muchas de ellos en la zona de Hiroshima, la más afectada por el desastre.
Seiji Toda se mostró sorprendido e impotente al comprobar el estado del restaurante que abrió hace casi 40 años, lleno ahora de una capa de barro de alrededor de un metro (yarda) y con las ventanas rotas. Las mesas que había dejado cubiertas con manteles blancos limpios antes de irse, estaban llenas de lodo, con las sillas tiradas por el piso.
“Nunca había visto nada así”, dijo a la televisora TBS en el exterior de su negocio en Hiroshima, ataviado con un casco. Según señaló, será imposible limpiar todo el desastre a mano.
Justo al lado de su restaurante había montones de árboles rotos y otros escombros. Varios autos seguían semienterrados en el fango.
El conteo de las víctimas se vio dificultado por el enorme tamaño de la zona afectada por los aguaceros, inundaciones y deslaves registrados desde finales de la semana pasada. Las autoridades advirtieron que los deslaves podrían seguir incluso después de que amainen las precipitaciones en una tragedia que podría ser al peor en décadas.
Algunas viviendas quedaron arrasadas mientras que otras se inclinaban de forma peligrosa. Los ríos se desbordaron, convirtiendo poblaciones en lagos y dejando a docenas de personas varadas en los tejados, de donde fueron rescatados por lanchas y helicópteros del ejército. Miles de viviendas no tenían agua potable ni electricidad en Hiroshima y en otras zonas afectadas, donde muchos hacían fila ante tanques de agua bajo un sol abrasador con temperaturas de hasta 34 grados Celsius (93 Fahrenheit).
El secretario jefe del gobierno nipón, Yoshihide Suga, dijo hoy que había 90 fallecidos confirmados.
El primer ministro, Shinzo Abe, canceló el viaje que tenía previsto entre el 11 y el 18 de julio por Europa y Oriente Medio para supervisar la respuesta a la tragedia. Antes el lunes, el mandatario dijo que el gobierno amplió el operativo de búsqueda y rescate con 73.000 soldados y rescatistas adicionales.
“Los equipos de rescate están haciendo todo lo posible”, manifestó Abe.