No han sido pocos los dominicanos que han residido en Francia por diferentes motivos. El número más considerable fue el de los desterrados en 1964 por el Triunvirato, la mayoría guerrilleros que lucharon en diferentes frentes, dirigidos por Manuel Aurelio Tavárez Justo (Manolo), en protesta por el derrocamiento de Juan Bosch. Aunque fueron deportados a Lisboa, Portugal, la mayoría se trasladó a París.

Entre los que fueron acogidos durante la tiranía trujillista estuvieron HugoTolentino, José Ramón Cordero Michel, Andrés Avelino hijo, Carlos Carón, que murió allá.

Pese a que ahora los abogados son mayoría para sus especialidades, en otros tiempos eran médicos e intelectuales. Entre estos últimos estuvieron Andrés Julio Aybar, fallecido en Francia, y el afamado traductor Lucas Gibbes.

Médicos fueron Heriberto Pieter, quien además de especializarse en Ginecología y Obstetricia trabajó en la sala de pediatría del hospital Tousseau, donde obtuvo el título de Doctor en Medicina.

También el exvicepresidente José Dolores Alfonseca que prestó servicios médicos y fue voluntario del ejército francés durante la Primera Guerra Mundial.

Francisco Henríquez y Carvajal, médico, abogado, presidente interino de República Dominicana, se radicó en París donde obtuvo doctorado en medicina.

Deportados por el Triunvirato. Viajaron amarrados a los asientos del avión, vigilados por militares. Aunque no estuvo en las guerrillas, deportaron a Máximo López Molina, a quien vinculaban al alzamiento por ser dirigente de izquierda, fundador del Movimiento Popular Dominicano.

Casó con la francesa Huguette Lefrére, propietaria del “Café de Flore”. Falleció en París en 2021 a los 94 años.

Estaba Cayetano Rodríguez del Prado, que tampoco fue combatiente del 14 de Junio. Pertenecía al MPD. Desde el golpe contra Bosch, la jefatura de esa agrupación, que se entrenaba en Cuba, organizó la “Operación Flora” y desembarcaron por Montecristi cuatro de ellos: Rodríguez, Ilander Selig, Leopoldo Grullón, Francisco Ramos Peguero, simultáneamente con la rebelión de Manolo. Fueron encarcelados.

“De Portugal los del MPD nos escapamos hacia París, donde el general Charles De Gaulle y el propio pueblo francés nos ofrecieron refugio”, evadiendo los peligros de la dictadura de Oliveira Salazar, narra Rodríguez del Prado.

“Ahora podíamos respirar el aire fresco de París y recorrer sus calles hasta localizar un hotelito decente y barato, el Hotel de Danube, en la 58 de la Rue Jabob, del Quartier Latin y allí permanecimos una buena parte de nuestro exilio en Francia”. Recibieron la solidaridad del embajador José A. Puig, padre de Max Puig.

Otros deportados.“Más de una veintena de supuestos castristas dominicanos deportados de su país entraron el sábado al país”, se escribía desde Lisboa.

Además de los citados estaban Fidelio Despradel Roque, comandante del frente Enrique Jimenez Moya, quien peleó en Manaclas, donde se encontraba Tavárez Justo. Abel Rodríguez Del Orbe, Arnulfo Reyes Gómez, del frente Gregorio Luperón, dirigido por Juan Miguel Román.

También Ilander Zanoni Selig del Monte, Luis Genao Espaillat, Juan Miguel Román, Emilio Cordero Michel, guerrillero de Manaclas; Enrique Batista Gómez, Daniel Israel Matías Abreu, Sóstenes Peña Jáquez, Jaime Capell Bello, Bienvenido Antonio Aquino Pimentel.

Juan José Matos Rivera, Raymundo Cuevas Sena, Francisco Ramos Peguero, Francisco Lizardo Ramos Peguero, Arsenio Ortiz Ferrand (cubano), Simeón Antonio Mirabal Jiménez, Juan José Javier Reyes, Leopoldo Ariosto Grullón Ruiz, Napiel Rafael Díaz González, Rodrigo Lozada Ramos, Emilio Todermann (alemán).

Concluía que se encontraban cuatro acusados de agitadores “en la pasada huelga de choferes: Ángelo Antonio Elmúdesi Porcella, Isidro María Santana, Tomás Correa y el doctor Daniel Ozuna Hernández”.
Héctor Aristy, antitrujillista y combatiente de la Revolución de Abril, vivió también en Francia.

El Triunvirato negó que entre los deportados se encontraran mujeres, pero sí había una: Carmen Josefina Lora Iglesias, Piky, guerrillera del frente Juan de Dios Ventura Simó, dirigido por Hipólito (Polo) Rodríguez. Viajó a París.

Otra mujer que vivió en Francia fue Elsa Justo, esposa del militante de izquierda Juan B. Mejía. Cuidó dos niños, Ian y Marine, limpió pisos, recibía compañeros y apoyaba las actividades políticas del consorte.

Historiadores afirman, sin ofrecer nombres, que “en París residían muchos de los exiliados del MPD que habían abandonado Santo Domingo en 1970 como parte del grupo que salió del país a raíz del secuestro de Crowley”.

Entre franceses y dominicanos ha existido una hermandad, un atractivo de unos y otros por las dos patrias, y hospitalidad común. En casi todas las biografías de los dominicanos residentes en Francia es invariable la afirmación: “Se expresaba en francés con soltura”.