Francia: ¿amnésica, ciega, sorda y muda?

Francia: ¿amnésica, ciega, sorda y muda?

Torre Eiffel

Todo esto se logró tras la única revuelta de esclavos exitosa en la historia humana. Esas son muchas razones de orgullo para una nación que, desde hace mucho tiempo, encabeza otras listas mucho más dolorosas.

Haití es el país más pobre de América y uno de los más pobres del mundo, según cualquiera de los organismos que elabora esas clasificaciones, incluidos el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

La deuda de la Independencia

Así empezó formalmente lo que se conoce como la deuda de la Independencia.

Un banco francés le prestó a Haití 30.000.000 francos -el monto de la primera cuota que debía- y le dedujo automáticamente 6.000.000 francos por comisiones.

Con lo que quedó, 24.000.000 francos, Haití le empezó a pagar reparaciones a Francia, lo que quiere decir que ese dinero pasó directo de las bóvedas del banco francés a las de la tesorería francesa.

En ese mismo instante, Haití quedó debiéndole 30.000.000 francos al banco francés y 6.000.000 francos más de la deuda total a Francia que lo que debía antes de hacer el primer pago.

Era una espiral sin fin para pagar una deuda inmensa que incluso cuando fue rebajada a la mitad en 1830 era demasiado alta para el país caribeño.

Tuvo que pedir enormes préstamos a bancos estadounidenses, franceses y alemanes con tasas de interés exorbitantes que le obligaban a destinar la mayor parte del presupuesto nacional en reembolsos.

Finalmente, en 1947 Haití terminó de compensar a los dueños de las plantaciones de aquella colonia francesa que fue la perla de las Antillas.

Le tomó 122 años pagar su deuda de la Independencia”.[1]

Encabezo este Encuentro, triste y desesperanzador, con un fragmento de un largo artículo de la BBC -News Mundo, publicado el 30 de diciembre de 2018. Los párrafos elegidos son claros, no necesitan explicación. Suscribo ese artículo como si lo hubiese escrito yo.

En mi búsqueda, y gracias a la ayuda incalculable de mi querido Federico Jovine, localicé un artículo del New York Times publicado en mayo de 2022. Como retoma muchos de los aspectos del artículo anterior, me limité a extraer los nuevos aportes:

“Durante años, mientras los periodistas de The New York Times han reportado sobre las penurias de Haití, una pregunta ha flotado en el aire: ¿Y si? ¿Y si desde su nacimiento el país no hubiera sido saqueado por potencias extranjeras, bancos internacionales, sus propios líderes? ¿Cuánto dinero más habría tenido para construir una nación?

Durante más de un año, un equipo de corresponsales del Times ha escudriñado documentos olvidados hace tiempo que se marchitaban en archivos y bibliotecas en tres continentes para responder esa pregunta, para poner una cifra al costo de la libertad de los haitianos. Aquí están las claves de una serie de historias que se publican esta semana en inglés, francés y creole(…)

El verdadero costo para Haití, entonces y ahora

El Times rastreó cada uno de los pagos realizados por Haití durante 64 años. En total sumaban unos 560 millones de dólares actuales.

Pero la pérdida para Haití no se puede medir solo con la suma de lo que se le pagó a Francia y a los acreedores extranjeros con el correr de los años.

Cada franco que se enviaba a través del Atlántico a una bóveda bancaria de ultramar era un franco que dejaba de circular entre los campesinos, peones y comerciantes de Haití, o que no se invertía en puentes, escuelas o fábricas, el tipo de gastos que hacen que las naciones sean naciones y les permiten prosperar.

Luego de revisar miles de páginas de documentos de archivo, algunos de siglos de antigüedad, y de consultar con 15 de los principales economistas del mundo, nuestros corresponsales calcularon que los pagos hechos a Francia le costaron a Haití entre 21.000 y 115.000 millones de dólares en crecimiento perdido a lo largo del tiempo. Eso representa unas ocho veces el tamaño de toda la economía de Haití en 2020. (….)

No es accidente. Francia se ha esforzado por enterrar esta parte de su pasado, o al menos por minimizarla.[2]”

Haití, definitivamente, no tiene quien le escriba. Nos han dejado solos con el problema Haitiano. Ninguna de las potencias imperiales le importa que los haitianos, desesperados por el hambre y la inestabilidad política, salgan despavoridos, ya no a la República Dominicana, sino a muchos países de América Latina, como Chile, por ejemplo. El tema migratorio haitiano se ha convertido en un verdadero problema regional.

Pero a Francia no le importa. Le interesa Ucrania porque está en su entorno geopolítico, porque necesitan el gas que proviene de allí, porque no pueden dejar que Rusia se siga apoderando de un trozo más grande de Europa. No le interesa Haití, prefiere enviar la explotación a que sometió a esa colonia que le aportó el azúcar que necesitaba durante todo el siglo XVIII y XIX al cruel olvidó. No quiere recordar el modelo injusto de plantación que allí implantó. Lo quisiera borrar irresponsablemente de la historia. Pero la historia no ´puede borrarse. Para eso estamos los historiadores: para recordarla.

Ni a Estados Unidos, ni a Francia, ni a España, ni a Alemania ni a Reino Unido les interesa Haití. ¿Saben por qué? Porque allí solo hay miseria, desolación, tierras devastadas y una población que pulula por las calles escondiéndose de las bandas para buscar el pan de cada día.

Pobre Haití, no tiene ya no solo quien le escriba, sino también quien llore por su sangre, por sus vidas, por sus llantos de desesperación y desesperanza.

Así es la historia de las potencias: están y van donde les conviene. Lo demás es mero discurso.

[1] La multimillonaria multa que Haití le pagó a Francia por convertirse en el primer país de América Latina en independizarse – BBC News Mundo

[2] Cuánto costó la libertad de Haití: claves de una serie del Times – The New York Times (nytimes.com) 20 de mayo 2022

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