A Píndaro se le ocurrió tomar el volante del carro de Herminio para darle tiempo de pensar en el nacimiento de la gran obra “Historie Des Antilles”, de la autoría de su amigo Frank Moya Pons, a que han sido invitados… Ambos circulan por el Malecón, mientras Herminio fija su mirada en el horizonte… A lo lejos le parece ver un barco que enfila sus velas hacia el muelle capitalino… En la cima del mástil más alto del mismo, destaca una delgada figura que parece recuperar el espíritu aventurero del descubridor de América… Una sonrisa le brota mientras exclama: “¡Es Frank… Es Frank, Píndaro!”… Su imaginación parece haber penetrado lo más profundo de su intelecto, hasta llevarle a soñar una imagen que vería hacerse realidad cuando ambos sean testigos del evento al que han sido convidados.
Mientras disfrutan de su alegría contagiosa, la ruta les ha llevado justo frente a la Biblioteca Nacional… Estacionan y, mientras miran su reloj, entran y rápidamente ocupan sus asientos a la espera de que haga su entrada el autor… En un abrir y cerrar de ojos, cuatro figuras están en medio del escenario frente a los invitados… “Hacer que esa historia sea evidente ha sido el principal propósito de este libro”, se le escucha decir al autor, mientras agrega “¡La historia del Caribe es relevante para comprender hoy el mundo moderno!”.
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Unesco ha dado un paso trascendental al hacer realidad la impresión de esta obra histórica, ratificando el pensamiento de su autor cuando expresa “Me sentí impulsado a escribir esta nueva historia, porque entendía que todavía hacía falta una narración global y comprensiva de integrar a la historia económica, social y demográfica de las Antillas en un solo relato, que considerar al Caribe como un todo, como una región económicamente unificada en torno a las plantaciones y no como un área compuesta por partes inconexas, desconectadas de todas las demás”… En este momento, Píndaro mira a Herminio y a otros invitados sentados cerca… “¿Y cómo ha logrado integrar en un solo relato tantas experiencias de cientos de años?” –cuestiona-, a lo que recibe como respuesta la certera expresión del mismo autor… “El Caribe se convirtió en el escenario de un colosal choque biológico y cultural que llevó a la catastrófica desaparición de las poblaciones nativas y a la gradual ocupación del archipiélago por gentes de distintas zonas de Europa y luego de África y otras partes del viejo mundo… Fue desarrollándose un nuevo espacio económico”.
“¿Y cómo se sintetiza el contenido de este tratado histórico?” –cuestiona Píndaro-… Herminio lo mira, mientras, con su dedo índice cerrando sus labios le indica callar y escuchar al autor… “Las Antillas mantuvieron su uniformidad y económica virtualmente intacta entre los siglos XVIII y XX… Tan importante llegó a ser el Caribe como suplidor de azúcar, que las potencias europeas lucharon incesantemente por la concesión o dominio de esta región… Los Estados Unidos se concentraron más en las grandes Antillas… El foco principal de este libro es la evolución económica y social de las Antillas como una entidad regional orgánica, integrada funcionalmente a la economía atlántica”… Justo en ese momento, Píndaro piensa por todos: “El haberlo impreso en Francés le permitirá penetrar a un mercado de lectores ávidos de aclarar conceptos trasnochados sobre la historia de nuestra zona caribeña… ¡Cada día me siento más orgulloso de haber conocido de cerca de este gran integrador contemporáneo!”.