Fundación rechaza publicidad presenta a Juan Bosch como anti haitiano

Fundación rechaza publicidad presenta a Juan Bosch como anti haitiano

Como una cobardía calificó hoy la Fundación Juan Bosch una fotografía que circula en las redes sociales, en la cual se presenta al expresidente de la República refiriéndose a la inmigración haitiana como una «invasión», y a los haitianos como «salvajes» y «primitivos».

“Esta frase supuestamente suya, dicha en 1983, se publicitó sin citar la fuente ni referencia alguna, de manera que no hay cómo seguirle el rastro y confirmar si es cierta o falsa”, expresa el presidente de la Fundación, Matías Bosch, en un comunicado remitido a esta redacción.

Destaca que es un acto ruin el pretender usar la imagen y el nombre de un prócer como Juan Bosch, inventando ideas y frases que no le pertenecen y que van completamente en contra de su naturaleza de patriota humanista y demócrata, pues son expresiones que sólo promueven el odio, el resentimiento y la violencia.

“Este es un acto propio del recrudecimiento del fanatismo y las bajas pasiones ligadas al antihaitianismo extremo, que como hemos dicho no apunta a solucionar en nada el problema migratorio entre República Dominicana y Haití bajo criterios racionales y sensatos, sino que nos retrotrae a los tiempos más infames del salvajismo trujillista”, agregó la Fundación.

A continuación la declaración integra de la Fundación Juan Bosch:

LA FUNDACIÓN JUAN BOSCH AL PAÍS:

En el día de hoy, martes 18 de julio de 2017, fue difundida por las redes sociales una fotografía de Juan Bosch y una frase supuestamente suya, dicha en 1983, en la cual aparece refiriéndose a la inmigración haitiana como una «invasión», y a los haitianos como «salvajes» y «primitivos» que quieren hacer daño a la República Dominicana.

Esta supuesta frase se publicitó sin citar la fuente ni referencia alguna, de manera que no hay cómo seguirle el rastro y confirmar si es cierta o falsa.

Juan Boch

Pero en la Fundación Juan Bosch trabajan personas especializadas en el pensamiento y la obra de Juan Bosch. Por tanto podemos saber, con rapidez y facilidad, qué frases e ideas corresponden a él y cuáles no. Para comprobar la veracidad de la frase difundida hoy, nos ocupamos, además, de revisar los 40 tomos de las Obras Completas de Juan Bosch, el trabajo más integral y serio que se ha hecho sobre intelectual dominicano alguno, dirigido por prestigiosos profesionales y pensadores. Luego de la búsqueda en estos tomos, que contienen todo lo escrito y hablado públicamente por Bosch a lo largo de sus 92 años de vida, PODEMOS AFIRMAR CON TODA SEGURIDAD QUE ESA FRASE NO ES DE JUAN BOSCH.

Siendo así, consideramos un acto ruin y cobarde el pretender usar la imagen y el nombre de un prócer como Juan Bosch, inventando ideas y frases que no le pertenecen y que van completamente en contra de su naturaleza de patriota humanista y demócrata, pues es una frase que solo promueve el odio, el resentimiento y la violencia. Este es un acto propio del recrudecimiento del fanatismo y las bajas pasiones ligadas al antihaitianismo extremo, que como hemos dicho no apunta a solucionar en nada el problema migratorio entre República Dominicana y Haití bajo criterios racionales y sensatos, sino que nos retrotrae a los tiempos más infames del salvajismo trujillista.

Por nuestra parte, reiteramos nuestro compromiso con lo que enseñó Juan Bosch: respetar, amar y defender la Patria, sabiendo que ello no puede ser nunca sinónimo de la violación a la Dignidad Humana, ni del odio ni de las injusticias contra pueblo alguno por el simple hecho de ser distinto al nuestro. Que no puede haber soluciones al problema dominicano sobre la base de la ideología del odio, la demagogia y el enfrentamiento, y que los auténticos enemigos de la Patria son quienes la dominan, la exprimen y la explotan desde siempre.

Repetimos lo que dijo Juan Bosch en 1943:

«El pueblo dominicano y el pueblo haitiano han vivido desde el Descubrimiento hasta hoy igualmente sometidos en términos generales. El pueblo haitiano es un poco más pobre, y debido a esa circunstancia, luchando con el hambre, que es algo más serio de lo que puede imaginarse quien no la haya padecido en sí, en sus hijos y en sus antepasados, procura burlar la vigilancia dominicana y cruza la frontera; si el caso fuera al revés, sería el dominicano el que emigraría ilegalmente a Haití.

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Los pueblos están igualmente sometidos; las clases dominantes son competidoras, utilizan a sus pueblos respectivos para que les sirvan de tropa de choque: esta tropa que batalle para que el vencedor acreciente su poder. Engañan ambos a los pueblos con el espejismo de un nacionalismo intransigente que no es amor a la propia tierra sino odio a la extraña…

Nuestro deber es, ahora, luchar por la libertad de nuestro pueblo y luchar por la libertad del pueblo haitiano.

Cuando de aquél y de este lado de la frontera, los hombres tengan casa, libros, medicinas, ropa, alimentos en abundancia; cuando seamos todos, haitianos y dominicanos, ricos y cultos y sanos, no habrá pugnas entre los hijos de Duarte y de Toussaint, porque ni estos irán a buscar, acosados por el hambre, tierras dominicanas en qué cosechar un mísero plátano necesario a su sustento, ni aquéllos tendrán que volver los ojos a un país de origen, idioma y cultura diferentes, a menos que lo hagan con ánimo de aumentar sus conocimientos de la tierra y los hombres que la viven».