Los líderes del G7 llegaron este sábado a un acuerdo para poner fin a las ayudas gubernamentales directas a las centrales térmicas que no hayan adoptado medidas anticontaminantes.
Así lo anunció la Casa Blanca en un comunicado, en el que subrayó que los dirigentes de las democracias más industrializadas del mundo (EE.UU., Canadá, Francia, el Reino Unido, Alemania e Italia, más la Unión Europea) se han puesto de acuerdo para adoptar medidas concretas que aceleren la transición a fuentes de energía limpias.
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Con este fin, los países del G7 se han comprometido a proporcionar 2.000 millones de dólares para apoyar el trabajo de los llamados Fondos de Inversión del Clima, que ayudan a países en desarrollo en su transición a la energía limpia a través de la concesión de fondos para adquirir tecnología, capacitación e infraestructuras.
El Gobierno de Estados Unidos explicó que la generación de electricidad en centrales térmicas que no disponen de tecnología anticontaminante es la mayor fuente individual de emisiones de gases invernadero en el mundo.
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Respecto al cemento y del acero, el G7 va a lanzar una Agenda Industrial de Descarbonización para agilizar la innovación, el uso de tecnologías y la armonización de los estándares para convertirlos en sectores de energía limpia.
Asimismo, la Casa Blanca apuntó que por primera vez en la historia los líderes del G7 van a alinear sus metas en la lucha contra el cambio climático, tanto a corto como a largo plazo, de manera que sean coherentes con el umbral de 1,5 grados Centígrados de aumento de temperatura media del planeta.
Desde el viernes, los líderes del G7 se reúnen en una cumbre en Carbis Bay, en el Reino Unido, en su primera cita presencial después de dos años debido a la pandemia y que durará hasta el domingo.