En 1902, tras la renuncia del presidente Tirésias Simon Sam, estalló una guerra civil en Haití, en la que se disputaban el poder los generales Joseph Anténor Firmin y Nord Alexis.
Firmin era, más que militar, un intelectual de sólida formación y un hombre de Estado, mientras que el general Nord Alexis, ya octogenario, era un hombre de armas y de estirpe, pues era nieto del rey Henri Cristophe, por la vía materna, ya que era hijo de la princesa Blézine Georges Christophe.
Nord, que nació el 2 de agosto de 1820, era el segundo sucesor del trono, detrás de su tío, el príncipe Victor Henri Christophe. El rey Cristophe se suicidó el 8 de octubre de 1820, y Henri II asumió el trono, pero fue asesinado en el Palacio de Sans Soucí el 18 de octubre. La princesa Blézine Georges Christophe huyó con su hijo a la parte Este dominada por España, hoy República Dominicana.
De ahí viene esa relación de Alexis con los dominicanos, al punto de que se convirtió en un gran defensor de los restauradores a partir de 1863, siendo él un oficial del ejército haitiano. Fue un gran amigo del prócer Gregorio Luperón.
Por eso en la guerra que sostuvo contra Firmin en 1902 había combatido bajo sus órdenes un grupo de valerosos dominicanos, la mayoría de San Juan de la Maguana, dirigidos por el legendario general Timoteo Ogando.
Con 84 años de edad –había nacido en 1818- Ogando peleó en Haití su última batalla de su larga vida de combatiente y marchó junto al general Alexis hacia Puerto Príncipe en el avance triunfal de las tropas que habían derrotado al general Firmin, en diciembre de 1902.
En el Archivo General de la Nación encontré los documentos que prueban esa hazaña del general Timoteo Ogando, entre ellas tres cartas del cónsul dominicano en Puerto Príncipe, José María González Roselló, que datan de 1906, en las que se queja de la protección del Gobierno haitiano al señor Napoleón Ogando, hijo de Timoteo, quien conspiraba contra el Gobierno del presidente Mon Cáceres.
El presidente Nord le contestó al enviado dominicano que no podía apresar ni expulsar de Haití a Napoleón, debido a que era hijo de su gran amigo Timoteo, quien había combatido con él en la guerra que lo llevó al poder.
Timoteo Ogando también combatió en la guerra civil de 1887 en Haití, a favor del general Florvil Hippolyte, y bajo el mando de Nord Alexis.