Como el Lector sabrá, a largo plazo, la inflación está determinada por la tasa de expansión de la moneda circulante y el crecimiento de la productividad real o, lo que es lo mismo, el aumento en los activos
económicos productivos.
De ahí que, la tasa de crecimiento del circulante tiende a estar correlacionada con la tasa de crecimiento de los gastos totales, así como con la inflación causada por éstos.
Aunque es cierto que un aumento en la cantidad de dinero respaldará un aumento proporcional en el nivel de gastos, esto podría suceder siempre y cuando la velocidad de la moneda sea estable; que la velocidad de la moneda es estable con respecto a las tasas de interés.
Durante las últimas décadas y aunque parezca inverosímil, la velocidad de circulación del dinero ha tendido a seguir hacia a la baja de las tasas de interés (costo del dinero). Aunque la relación no ha sido de 1 a 1, la expansión del stock de moneda ha tendido a impactar positivamente el nivel de gastos totales y el nivel de precios.
Mundialmente y durante gran parte de este período, el stock de moneda circulante (emisión monetaria) creció a una tasa de alrededor del 10 por ciento, mientras que la tasa de crecimiento del PIB nominal estuvo a menudo en el rango de entre el 3 y el 5 por ciento.
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NOTA: Es importante señalar que la moneda en circulación (Circulante) sirve como reservas que respaldan los préstamos dentro del sistema financiero de las naciones. Esto así, debido a que la emisión monetaria
dinamiza la economía, pero también erosiona las reservas liquidas de los sistemas financieros.
En el caso Norteamericano, la estabilidad monetaria requiere que los pagos de intereses de la Reserva Federal provengan de los recaudos que se suman a sus ingresos y no de la creación de dinero. Es decir, las ganancias de la Reserva Federal deben seguir siendo positivas. Las ganancias positivas, definidas por los ingresos por encima de los gastos operativos, se remiten al Tesoro de Estados Unidos Las ganancias negativas
deben ser pagadas por el Tesoro de los EE. UU. o deben ser cubiertas por la creación de nuevo dinero (Bonos y deuda). Este saldo negativo probablemente dañará la confianza de los inversionistas.
En términos contables, se supone que el renglón de los activos, en el Balance General de las cuentas nacionales de la Reserva Federal (FED), supere el de los pasivos.
NOTA: La insolvencia se produce cuando el valor de los pasivos no se compensa con el valor de los activos. De ahí que, la insolvencia podría ocurrir, por ejemplo, debido al aumento de las tasas de interés generando que los inversores pierden la fe en la capacidad de la Reserva Federal para mantener una inflación baja y estable.
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El aumento de las tasas devaluaría los valores respaldados por hipotecas (Bonos, etc) que ya posee la FED y que comprenden una parte significativa de los activos de esta. Por lo tanto, a medida que aumentan
las tasas de interés, es probable que la Reserva Federal deba comenzar a reducir el tamaño de su Balance General para:
1) Reducir las pérdidas en el lado de los activos de su balance general.
2) Reducir los pagos de intereses que debe a las instituciones e inversores.
Ahora bien, mientras la Reserva Federal siga siendo solvente y los inversores esperen que siga siendo solvente, un saldo negativo en el Balance General, por si solo, no puede, ser la causa de la inflación.
Entonces: ¿Cuál ha sido la verdadera causa de esta inflación?: El grosero aumento en el Circulante en la economía Norteamericana.
A marzo del 2022, la Emisión Monetaria (M1+M2+M0) alcanzaba los US$656,020,000,000,000.00. Esta cantidad NO tiene una definición, en términos de guarismos, en el castellano.
En resumen: Para que la Reserva Federal pueda solventar su deuda de emisión de valores (los pasivos en su Flujo de Caja), tendría que ¨recoger¨ casi el 34.7% de la misma lo que podría llevar la tasa de
interés, de los overnight o depósitos de descuento al portador, a más de un 23%.
Esta medida crearía un encarecimiento excesivo del dinero y por lo tanto la economía caería a niveles irrecuperables de recesión.
Por el contrario, de seguir los niveles de expansión de la emisión monetaria, el aumento en la demanda de bienes y servicios crearía niveles de precios insostenibles a los hogares norteamericanos, tal y como está sucediendo hoy. Además, la contracción de la Oferta de bienes y servicios contribuye grandemente al aumento de estos precios, ya de por sí, inflacionarios.
Ambas medidas, apuntan a una estanflación considerable en la economía de Norteamérica. ¿¿¿NO hay receta mágica!!