Gerenciamiento de la JCE

Gerenciamiento de la JCE

El enfoque y la visión de las nuevas autoridades de la JCE deben ir más allá de organizar procesos electorales, asumiendo posiciones meramente jurídicas para cumplir con legítimas aspiraciones de las organizaciones políticas y de grupos de interés involucrados en el quehacer partidista.

Los desagradables acontecimientos del pasado son ejemplos más que suficientes para conllevar a los actores a una profunda reflexión de cambio y de conducta frente a la sociedad.

El debilitamiento institucional deberá ser cosa del pasado. Es de vital importancia para el fortalecimiento del sistema de partido y la democracia que la institución comicial reinvente de menara incremental sus estructuras y su cultura organizacional.

Ahora, el gran reto del pleno es convertirse en gerentes públicos altamente eficaces e iniciar un proceso de gerenciamiento y re direccionamiento del funcionamiento operacional, los sistemas administrativos, métodos de trabajo, las políticas públicas, revisión de leyes, normativas y resoluciones que en el pasado mostraron incoherencias en sus contenidos y aplicación.

Utilizar gerenciamiento es una herramienta es una ayuda para instituciones públicas inmersa en complejos procesos de cambios y mejoras, como consecuencias de crisis postelectorales, perdida de su credibilidad, gastos innecesarios, decisiones incoherentes, entre otras causas.

Es pertinente que el equipo comicial como representante de la institución frente a la sociedad, proceda a realizar una prognosis de necesidades con miras a las elecciones del 2024, iniciando la coordinación de tos los recursos a través del proceso planeación, organización, dirección y control como plante la ley electoral en su artículo 211.

El papel gerencial que hoy deberá asumir el pleno, será la garantía para celebrar unas elecciones diáfanas y sin mayores contratiempos y contar con una JCE competitiva, transformada y operando cohesionada, en equipo a lo interno y externo con las demás altas instancias.

Finalmente, las expectativas de la sociedad y las organizaciones políticas, que el órgano superior conformado por honorables profesionales, asuman el compromiso de darle al país una JCE estabilizada, funcional, armonizada y confiable en todas sus decisiones y acciones, es decir, conducida con gerenciamiento científico, no pragmático ni por corazonada de sus titulares..

Que predomine en esta nueva etapa, la conciencia del cambio, lo ético, lo transparente, nuevo paradigma institucional y la búsqueda de la excelencia como institución pública del siglo 21, con una filosofía llena de valores y una definición clara de su misión frente a la sociedad y el mundo.

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