La Habana, Cuba. El gobierno de Colombia y la guerrilla comunista de las FARC retomaron hoy as negociaciones de paz en La Habana con el anhelo de avanzar hacia acuerdos definitivos, tras un desescalamiento de las hostilidades en ese país.
Delegados de ambas partes comenzaron a abordar simultáneamente tres temas -el fin del conflicto, justicia y reparación de las víctimas- en mesas de trabajo separadas con el fin de agilizar las negociaciones, tras haber acordado hace 11 días un plan para desescalar el conflicto armado de medio siglo antes de la firma de un acuerdo final de paz.
«En esta etapa avanzaremos con una nueva metodología que apunta a realizar un trabajo técnico, integral y simultáneo en el tratamiento de los temas y en la búsqueda de conclusiones prontas», dijo a la prensa el comandante Joaquín Gómez, uno de los «plenipotenciarios» de las FARC.
«La idea es agilizar (las negociaciones), ahora trabajamos todos en paralelo», explicó una fuente del equipo del gobierno.
Ambas partes alcanzaron el 12 de julio un histórico acuerdo para desescalar el conflicto y acelerar las negociaciones, iniciadas en 2012, lo que permitió contener las hostilidades, que habían recrudecido desde mediados de abril con decenas de bajas en los dos bandos.
El gobierno se comprometió a reducir las operaciones contrainsurgentes, mientras que las FARC decretaron a partir del 20 de julio una tregua unilateral, inicialmente de un mes, que puede ser prorrogada.
Los avances de la nueva metodología de trabajo y el cumplimiento de estos acuerdos serán evaluados en noviembre.
El presidente colombiano Juan Manuel Santos supeditó la continuidad de las negociaciones a la efectividad de estas medidas. El conflicto armado colombiano, el último en América, ha dejado en medio siglo 220.000 muertos y seis millones de desplazados, según cifras oficiales.
El gobierno y las FARC han consensuado hasta ahora tres de los seis puntos de la agenda, y han acordado además un programa de desminado y la creación de una Comisión de la Verdad, que todavía no es conformada.
El acuerdo del 12 de julio fue adoptado luego de que los cuatro países que acompañan el proceso de paz -Noruega, Cuba, Chile y Venezuela- hicieran un llamado a un «desescalamieto urgente» del conflicto armado.