El Gobierno de México, a través de la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS), espió la vida del fallecido cantante Juan Gabriel en la década de los años ochenta, así como a varios políticos que actualmente ostentan importantes posiciones en el Estado, publicó este jueves el diario El Universal.

El periódico tuvo acceso al expediente del cantante elaborado por la DFS, antecesora del órgano de inteligencia Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, cerró tras asumir la Presidencia el 1 de diciembre.

La DFS inició en 1984 un expediente al popular artista Juan Gabriel -fallecido en 2016- donde detalla su cercanía con políticos, sus preferencias sexuales y su paso por la cárcel de Lecumberri.

En el archivo secreto se establece que el cantante, conocido como el Divo de Juárez, tenía guardaespaldas que se ostentaban como integrantes de la policía militar.

Además, hay información sobre la detención en abril de 1970 del artista por delitos de robo y daño en propiedad ajena.

Según el informe, fue condenado a tres años de cárcel pero solamente pasó ocho meses tras las rejas después del pago de la fianza por parte de tres personas.

Además, a menudo salía de la cárcel para realizar actuaciones privadas a un general, Andrés Puentes Vargas, director del penal en la época.

En la versión pública a la que tuvo acceso el periódico se detalla que se escondió la información relacionada con su vida sexual y también oculta detalles sobre sus bienes.

Se indica, no obstante, que estableció una gran amistad con la actriz Silvia Pinal o el entonces gobernador de Tlaxcala, Tulio Hernández Gómez.

Además, la DFS encontró que había datos confusos sobre su lugar de nacimiento, dudando de si fue en Parácuaro (Michoacán) o en Ciudad Juárez (Chihuahua), donde pasó la mayor parte de su vida.

Adicionalmente, el periódico destapó que también se espió a la hoy diputada Tatiana Clouthier, del mismo partido de López Obrador, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), cuando apenas tenía 19 años.

Y Porfirio Muñoz Ledo, actual presidente de la Cámara de Diputados, también de Morena, fue espiado directamente por el director federal de Seguridad, Miguel Nazar Haro, cuando era embajador de México ante las Naciones Unidas.

Sobre esta publicación de archivos secretos, López Obrador desmintió este miércoles y tildó de “falsedades” las afirmaciones que aparecen en expedientes desclasificados del centro de inteligencia sobre su pasado, como su presunta cercanía con organizaciones comunistas.

“Hay muchas cosas inventadas. Por ejemplo, se dice que yo era miembro del partido comunista cuando fui director del INI (Instituto Nacional Indigenista) y que yo apoyaba y financiaba a ese partido”, dijo el mandatario en rueda de prensa en Palacio Nacional.