Gobierno de Nicolás Maduro se asegura de no tener rivales chavistas ante elecciones

Gobierno de  Nicolás Maduro se asegura de no tener rivales chavistas ante elecciones

Nicolás Maduro.

Caracas.- El Gobierno de Nicolás Maduro se ha asegurado de no tener rivales dentro del oficialismo ante su aspiración a la reelección pues, además de sus continuos llamados a la unión, sus posibles contrincantes chavistas han quedado fuera del juego político mediante acciones de la Fiscalía y la Contraloría.

A las elecciones presidenciales de abril no podrán acudir los principales líderes de la oposición venezolana -por estar inhabilitados, en el exilio o presos-, pero tampoco podrán hacerlo dos exministros de la llamada revolución bolivariana que han criticado la gestión de Maduro.

Tanto el exministro de Petróleo Rafael Ramírez como el exministro de Interior Miguel Rodríguez Torres, ambos cercanos al fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013), han quedado fuera del juego político luego de que contra el primero se anunciara una orden de captura y contra el segundo una inhabilitación.

Aunque hasta ahora solo Ramírez ha expresado abiertamente su aspiración presidencial y Rodríguez Torres ha dicho que no aspira a ningún cargo público, pero al mismo tiempo ha señalado que aceptaría ser candidato a la Presidencia si el pueblo lo elige, ambos han considerado las acciones en su contra como un acto de “persecución».

Ramírez, también exjefe de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y actualmente acusado de casos de corrupción en esta empresa, fue excluido del Gobierno de Maduro poco después de que este le pidiera la renuncia como embajador de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) el pasado 5 de diciembre.

El llamado “zar del petróleo”, que al dimitir de su cargo informó que abandonaría Estados Unidos pero sin revelar a qué país se trasladaría, venía mostrando sus diferencias con la gestión de Maduro al criticar el manejo de la economía del país, sumergido en una profunda crisis.

Las críticas del exministro no eran bien vistas por funcionarios del Gobierno, como la ministra del Servicio Penitenciario, Iris Varela, o el considerado ‘número dos’ del chavismo, Diosdado Cabello, que en años anteriores lo defendían frente a señalamientos de corrupción.